La jugada les ha salido mal y ahora se dedican a buscar culpables. El primero, el Tribunal Constitucional del que ahora dicen pestes. Y el segundo... Alfonso Sastre.

El escribidor de la derechona Valentín Puig, en «Abc», dedicaba su escrito de ayer a zurrarle la badana a Alfonso, sin caer tal vez en la cuenta de que así lo ensalza.

Según Puig «es tal la hipertoxicidad de la lista electoral de Iniciativa Internacionalista que retrotrae a aquella dimensión escabrosa de lo que ocupó un espacio aún hoy oscuro entre franquismo y antifranquismo». Se pone misterioso, ¿verdad?

Y así nos cuenta que no todo era oro en la oposición al dictador porque «hubo también un antifranquismo que quiso hacerse hegemónico postulando la sustitución del régimen autoritario de Franco por un sistema totalitario (...) el escritor Alfonso Sastre encarna tanto como nadie esa escabrosidad». Lo que yo sé es que mientras en «Abc» le bailaban el agua a Franco, Sastre estaba en la cárcel.

Y ahora empieza a desbarrar: «el etarra-batasunero Telesforo Monzón le dio la nacionalidad vasca (...). Allí se fue a vivir. Más de veinte años después, allí sigue y acepta encabezar la lista Iniciativa Internacionalista a las elecciones europeas que ha sido anulada por el Tribunal Supremo y permitida por el Tribunal Constitucional. En `Gara', Sastre se congratula del `insólito resplandor democrático' que representa esta revocación. Lo que no explica es qué pueda tener que ver con la luminosidad democrática una lista proetarra. Mientras, ETA anuncia un proceso interno `reflexivo y asambleario' para fijar `una estrategia político-armada eficaz'. Son fines que comparte Sastre desde hace tiempo: destruir el actual Estado y sustituirlo por una versión `abertzale' de la Albania comunista aherrojada por Enver Hoxha». Se ha pasado de frenada el Valentín.

Y por si todo lo anterior fuera poco, constata Puig que «Otegi ya ha pedido el voto para la lista de Sastre. El totalitarismo de nuevo asoma la pezuña en Europa, aunque los analistas dudan que obtenga ese escaño».

Eso, Valentín, lo veremos el día 7 de junio.