Roma, la ciudad eterna, será testigo, a partir de las 20.45 (Antena 3 y Canal Plus), del encuentro más esperado por todos los aficionados al fútbol. Manchester United y Barça, los dos mejores conjuntos de la actualidad, se verán las caras en el Olímpico de la capital italiana para disputar la final de la Champions League. Un trofeo que coronará a su ganador como indiscutible dominador del balompié mundial.

La final ha despertado una inusitada expectación, ya que desde la cita de 1994, que enfrentó a Milan y Barcelona y saldada con un contundente e histórico cuatro a cero para los lombardos, casi ningún encuentro había generado tanto interés como el de esta noche. El campeón de la Premier League frente al vencedor de la Liga española. Es decir, el choque entre los ganadores de los torneos de la regularidad más potentes.

El hecho de haber ganado la anterior edición en Moscú ante el Chelsea otorga cierto favoritismo al United. Sin embargo, desde que el Milan se hizo con la Copa de Europa de 1989 y 1990, ninguna otra escuadra ha sido capaz de repetir victoria en dos años consecutivos. Ferguson tiene elementos más que suficientes para creer en sus pupilos y son pocos los que dudan de que el escocés tratará de sorprender al Barcelona con el manejo de su pizarra.

Los red devils cuentan con la duda de Rio Ferdinand, que está tocado. En caso de que el internacional inglés no pueda ser de la partida, el candidato a sustituirle sería el irlandés Jonny Evans. Otra variable podría ser la inclusión de John O'Shea, uno de los comodines que tanto gustan a Ferguson, en el centro de la defensa y que Gary Neville o Rafael da Silva ocupasen la demarcación de lateral derecho.

En el centro del campo, más incógnitas. Carrick parece fijo, pero está por ver quién ocupará el hueco de Darren Fletcher. El escocés vio la roja en las semifinal ante el Arsenal y será baja. Anderson, Park, Scholes y el ya mítico Ryan Giggs se disputarán dos plazas. Arriba, Ronaldo y Rooney son fijos, mientras que Tévez parte con ventaja sobre Berbatov. La movilidad del Apache contrasta con la frialdad del ariete búlgaro a la hora de realizar tareas de contención.

La escuadra inglesa tratará de entrar en el selecto club de los equipos que cuentan con cuatro o más Copas de Europa en sus vitrinas. Su estreno se produjo en 1968 -justo 10 años después del accidente aéreo que costó la vida a los «Busby babes» en Múnich-, repitió con la trepidante remontada de 1999 en el Nou Camp ante el Bayern y sumó su tercer entorchado hace apenas doce meses con una emocionante tanda de penaltis con Van der Sar como héroe.

En el bando culé, las noticias no pueden ser más positivas. Pep Guardiola ha recuperado a tiempo a Henry e Iniesta, dos de sus puntales más importantes. Salvo sorpresa, ambos saldrán en el once inicial blaugrana.

Los mayores quebraderos de cabeza del técnico catalán se centran en la defensa. Las bajas de Dani Alves y Abidal por sanción han dejado a los azulgranas sin sus dos laterales habituales. Puyol podría ocupar el puesto del brasileño en la derecha y Sylvinho el del galo en la izquierda. Por su parte, Yaya Touré, al igual que ocurrió en Stamford Bridge y en la final de Copa ante el Athletic, tiene todas las papeletas para acompañar a Gerard Piqué, ex jugador del Manchester, en el eje de la defensa.