La sentencia confirma que el trabajador Felipe Sarriegi trabajó sin protección adecuada, igual que el resto, en Construcciones Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), de Beasain, una empresa puntera y con una cartera de pedidos muy importante a lo largo del mundo. Supone para los jueces un «incumplimiento flagrante» de sus obligaciones preventivas, según explica en una nota informativa CCOO de Euskadi. «No evaluó la exposición de fibras de amianto y considera muy improbable que utilizara protección alguna de las vías respiratorias. Tampoco se practicaron reconocimientos médicos específicos, ni se informó del riesgo a los trabajadores», según detalla la sentencia.

De esta manera. el Juzgado de lo Social número 3 de Donostia condena a CAF a indemnizar a la viuda con 78.628,14 euros y con 8.736 euros a cada uno de los hijos, lo que asciende a un total de 122.308,14 euros, «por los daños y perjuicios derivados de la ausencia de medidas de prevención en relación al amianto, causante del mesotelioma, un tipo de cáncer de pleura que provoca la muerte.

Felipe Sarriegi inició su vida laboral en CAF en 1943 como aprendiz. Luego ocupó el puesto de mecánico y de técnico de organización en la fundición. Entre 1980 y 1989 trabajó en una cooperativa de la zona de Besasin, que acreditó no trabajar con amianto, y volvió a CAF como técnico de organización. Se jubiló como gerente del economato.

La sentencia mantiene, por otro lado, el argumento de que una exposición al amianto por corta que sea puede producir el cáncer. Así lo indican los estudios médicos más avanzados, pese a que las empresas suelen argumentan lo contrario.

CCOO de Euskadi reclama un fondo de compensación para las víctimas del amianto.