El Gobierno de Corea del Norte afirmó ayer que considera «una declaración de guerra» la decisión anunciada la víspera por Corea del Sur de de adherirse a la iniciativa de EEUU contra el tráfico de material nuclear y armas de destrucción masiva (PSI), que permite el abordaje de barcos sospechosos, algo que las autoridades norcoreanas consideran una violación de los términos del armisticio firmado en 1953.

«Cualquier acto hostil contra nuestra república, en particular detener o inspeccionar nuestros barcos... se traducirá de inmediato en una fuerte respuesta militar», advirtió Pyongyang en un comunicado emitido desde el destacamento militar norcoreano de Panmujon, en el centro de la zona desmilitarizada.

Corea del Norte anunció que responderá con un ataque militar si sus buques son interceptados y que, además, no garantiza la seguridad de los barcos extranjeros en el mar Occidental (mar Amarillo), donde ambos mantuvieron enfrentamientos armados en 1999 y 2002.

«Nuestro Ejército ya no está sujeto al acuerdo de armisticio en la medida en que EEUU ha hecho entrar a los títeres (Corea del Sur) en el PSI», agrega el comunicado norcoreano. Ambas Coreas continúan oficialmente en estado de guerra, ya que no firmaron un tratado de paz tras el conflicto de 1950-1953.

«Si se da por concluido el armisticio -indicó un portavoz de la misión militar norcoreana en la vigilada frontera- la Península coreana, en términos legales, está en la senda de regresar al estado de guerra y nuestras fuerzas revolucionarias tomarán decisiones a favor de las acciones militares pertinentes».

Esta península es una de las zonas más militarizadas del mundo, con un millón de soldados de Corea del Norte, 655.000 de Corea del Sur y otros 28.500 militares de EEUU asentados desde el final de la guerra en territorio de su aliado surcoreano.

El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, pidió «reacciones calmadas» ante las advertencias de Pyongyang, mientras el Ministerio de Defensa aseguraba que no se reforzará militarmente la frontera. Myung-bak agradeció a la población la «madurez» con que está recibiendo las «amenazas» norcoreanas, al tiempo que una fuente militar recordaba en declaraciones a la agencia Yonhap que su país tiene superioridad naval y que repelerá cualquier ataque.

Desde el lunes, Corea del Norte ha efectuado su segundo test nuclear y ha lanzado al menos cinco misiles de corto alcance haciendo caso omiso a las amenazas de EEUU y sus aliados y de la propia ONU.