Mala relación
Ustaritz explota por sus desencuentros con Caparrós
El jugador se muestra muy dolido por que se haya «puesto en duda» su profesionalidad, cuando se encontraba lesionado.
Amaia U. LASAGABASTER | BILBO
Como en lo meteorológico, la última semana de curso también se presenta tormentosa en el Athletic. Como, también, la relación entre Ustaritz y Joaquín Caparrós, que puede haber vivido su capítulo definitivo.
Desesperado por la situación que ha vivido en los últimos meses, de la que las constantes lesiones sólo han supuesto una parte, el jugador explotó ayer en Lezama, donde arremetió contra su entrenador. «He pasado momentos difíciles este año -confesó el defensa, visiblemente afectado- y hay gente que no sabe lo que me pasa y que tiene derecho a saberlo. Se me ha tachado de no profesional, que es muy duro, y he salido a defender mi posición».
El vaso se había colmado días antes. Concretamente, el pasado viernes, cuando el jugador se caía de la convocatoria -e incluso del once, en el que se preveía su entrada-, tras haber entrenado con aparente normalidad, por unas molestias físicas en las que algunos quisieron no creer. El propio Caparrós contribuyó a la teoría de la conspiración, o del «borrado». Aunque fuera por omisión, al limitarse a asegurar que «le he visto entrenar, como ustedes, pero me ha dicho que tenía el aductor cargado», con aire visiblemente enojado.
Cuatro días después, una resonancia confirmaba que Ustaritz sufre una rotura fibrilar. Y lo que es peor, atendiendo a lo que explicó ayer el propio jugador, sus molestias se conocían con anterioridad. Lo que tiene claro es que todo lo sucedido a continuación no sirvió sino para «poner en duda» su profesionalidad y la del cuerpo médico. «Durante la semana pasada estuve con los médicos -explicó el vizcaino al respecto-. Me molestaba, pero seguí entrenando. Llega el viernes, con la opción de ser titular, pero decido que no estoy para jugar, porque un compañero está al cien por cien para hacerlo bien y yo no estoy en condiciones». Algo que se confirmó el martes, con los resultados de la resonancia. «Ahí están los datos; tengo una nueva rotura», recordó Ustaritz, muy dolido por las sombras que se han cernido sobre su profesionalidad. «Cuando he estado bien lo he dado todo por este club -aseguró-. Que se haya podido decir que yo me he tirado del barco me molesta. Y muchísimo».
Sobre todo porque la tormenta se desencadenó hace bastante tiempo y ha ofrecido otros capítulos, como la famosa frase de Joaquín Caparrós tras el encuentro del Nuevo Zorrilla. «Yo no sé qué pasa con este chico», aseguró entonces el técnico, en un tono que desconcertó a los presentes, después de que Ustaritz se hubiera retirado del partido con molestias musculares. «Ése ha sido uno de los momentos más difíciles, fue muy duro para mí y para mi familia», confesó. «En las siguientes dos o tres semanas -añadió-, ni me preguntó cómo estaba. Pasar dos semanas así, sin darte un ánimo, es muy difícil de sobrellevar».
Ustaritz también desveló que Joaquín Caparrós se mostró contrario a su renovación, aunque ésta se acabó produciendo el pasado año, cuando el jugador prolongó su contrato hasta 2013. Lo que parece claro, más aún ahora, es que ese contrato tendrá que cumplirlo defendiendo otra camiseta mientras Caparrós siga en Bilbo, aunque Ustaritz tiene claro su deseo: «Seguir y jugar en el Athletic».
La censura en la final de Copa, cuando TVE «disimuló» la pitada general al himno de España, sigue trayendo cola.. La dirección de RTVE cesó ayer a Ricardo Castellanos como director de contenidos deportivos y ha abierto expedientes disciplinarios a otros cinco empleados.
Emiliano Moretti y Vicente volvieron a entrenar con el grupo tras susperar sus problemas físicos, por lo que Unai Emery podrá contar con ambos el sábado. Los que no podrán enfrentarse al Athletic son Manuel Fernandes y David Silva, aún en proceso de recuperación.
El trato de Joaquín Caparrós no la única losa que debe soportar Ustaritz, torturado por las lesiones en los últimos tiempos. Roturas, sobrecargas, distensiones... Problemas musculares de todo tipo, que tienen desesperado al jugador, como demuestran sus lágrimas el pasado mes de noviembre, cuando abandonó llorando el derbi ante Osasuna, tras sufrir su enésimo percance muscular.
El problema es que se desconoce la causa concreta de tanta lesión, con lo que parece casi imposible evitarlas. El propio Josean Lekue, que le definió como «un jugador absolutamente comprometido con el trabajo», reconoció del pasado mes de febrero que incluso se han realizado consultas externas en busca de una solución para el de Matiena.A.U.L.