El joven iruindarra Iker Esparza, detenido en la madrugada del lunes en París por la Policía francesa y acusado de ser un militante de la organización ETA, continúa incomunicado en las dependencias de la Policía Judicial francesa (SDAT) sin que haya trascendido información alguna sobre su estado desde el mismo día de su arresto. Sin embargo, el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, volvió ayer a comparecer por segundo día consecutivo para insistir en que el vecino de la Txantrea «tenía responsabilidades» dentro de ETA. Rubalcaba reiteró que Esparza «no era un desconocido» para las FSE, que conocían de su militancia en ETA «y no en un puesto irrelevante».