Leyendo la crítica del 6 de marzo de 2008 que aparecía en un periódico londinense gratuito, «Metro», sonreí al ver el titular: «Forever young» (Siempre joven). Se refería el articulista al primer concierto de Neil Young en el Hammersmith londinense dentro de una serie de seis actuaciones. Allí le vimos, una vez más, y así el percibimos: eternamente joven. Y es que hay artistas a los que el paso del tiempo les afecta en menor medida, pues no imagino a un Young más intenso veinte años atrás que en el momento presente, donde continúa vertiendo energía sin barrera alguna.

Acompañado en Anoeta por la banda con la que ha grabado sus últimos cuatro discos, esta incluye a viejos conocidos como Ben Keith, guitarra, piano y steel guitar, compañero de batallas de Neil desde los lejanos tiempos de «Harvest» y, en mi opinión, parte fundamental e imprescindible en la trayectoria del canadiense sobre todo en su faceta acústica, donde Ben adorna las canciones con ese sonido steel guitar tan característico; Anthony Crawford, guitarra y piano, es el guitarrista de la banda de Pegy Young, tocó también con Neil en The International Harvesters y en la Prairie Wind Band; Rick Rosas y Chad Cromwell, con Neil en discos básicos como «Freedom» y sus últimos cuatro discos, aportan una base rítmica más sofisticada, pero menos cruda que la mostrada por los Crazy Horse; y, para cerrar el círculo, acompañando a su marido, Pegi Young, guitarra y percusión, quien añade a las canciones un toque entre sensual y épico.

Recorrido histórico

¿Qué concierto vamos a encontrar el domingo? se preguntará más de uno. La verdad es que con Neil Young nunca se sabe, pero en la gira realizada el mes pasado por Canadá y Estados Unidos, hacía un repaso extenso a toda su discografía pasando por «Every body knows this in nowhere», «Harvest», «Tonight's the night», «Comes as time», «Ragged glory», «Rust nevers sleeps», «Zuma», rescatando pequeñas joyas guardadas en el cofre, »Hawks and doves» y «Sleeps with angels», para acabar con un repaso de sus últimos discos. Sacando, en cualquier caso, todo el provecho a una banda adecuada para la revisión de ciertos temas, frente a la tormenta eléctrica que sería acompañarse por los Crazy Horse.

En total, un poco más de veinte cortes donde cabe que se puedan escuchar dos versiones: «Four strong winds», tema de un ranchero y músico canadiense llamado Ian Tyson, actualmente en activo pero célebre en especial en los años sesenta como Ian & Sylvia; y «All allong the watchtower», himno de Dylan con el que se está despidiendo en algunos de sus shows. Si así fuere en Donostia, sería todo un privilegio para sus miles de seguidores.