El Pleno del Parlamento de Nafarroa aprobó ayer una moción de NaBai para preservar la independencia de los bibliotecarios frente a las administraciones públicas y zanjar así el episodio de censura a los diarios GARA y «Berria» en las bibliotecas navarras. La moción insta al Gobierno a garantizar que los fondos documentales «reflejen la diversidad cultural e ideológica».

UPN volvió a quedarse solo a la hora de defender la injerencia de los ayuntamientos en las bibliotecas. En su argumentación, el parlamentario Jerónimo Gómez Ortigosa llegó a justificar este intervencionismo para evitar que algún bibliotecario acabe comprando libros que «defiendan la ablación del clítoris o la violencia de género».

Por su parte, el resto de fuerzas coincidieron en suscribir unánimemente una moción basada en los principios básicos del Manifiesto de de la UNESCO a favor de las bibliotecas públicas (1994) para acabar con este episodio de «censura ideológica», términos que utilizó el propio ex presidente Juan Cruz Alli, como representante de CDN.

El parlamentario de NaBai, Patxi Telletxea apuntilló el argumento de UPN recordando que los bibliotecarios tienen todo el derecho del mundo a adquirir libros y publicaciones que «son lícitos y legales».

Socialistas e IUN-NEB suscribieron un texto que, a su juicio, refleja las peticiones que el pasado 7 de mayo realizó la Asociación Navarra de Bibliotecarios. Román Felones, del PSN, matizó, sin embargo, que es preferible el diálogo entre técnicos y responsables municipales. Para IU, haber necesitado votar este asunto es «algo lamentable».