El cine afroamericano no puede dejar pasar la oportunidad de llevar al cine a sus representantes de la cultura urbana, y entre ellos se encuentra el rapero Notorious B.I.G., del que si no se ha hecho antes el oportuno biopic ha sido por la dificultad de encontrar a un actor de sus peculiares característica físicas. Finalmente, han ido a dar con el rostro adecuado en el mundo de la música, con lo que «Notorious» supone el debut como actor de Jamal Woolard, quien, a pesar de su parecida corpulencia, tuvo que introducirse bolas de algodón en la boca para simular los carrillos hinchados del malogrado cantante.

Detrás de esta producción ha estado la madre del artista, a quien en la ficción encarna Angela Bassett, así como el que fuera su mentor discográfico, el conocido Sean Puffy Combs, interpretado en la pantalla por Derek Luke. La dirección de la película corre a cargo de George Tillman Jr., que irrumpió en Hollywood con «Hombres de honor», otra película biográfica que reivindicaba la figura del primer buzo negro de la marina norteamericana, al que encarnaba Cuba Gooding Jr.

Como cualquier biopic musical al uso, «Notorious» intenta conciliar el lado artístico del personaje con sus claroscuros existenciales, pero suele poder más la vocación homenajeadora que la crítica. Hay muchos aspectos negativos en la vida de Christopher Wallace, también conocido como Biggie, que son pasados de puntillas, tales que sus excesos consumistas o el maltrato a las mujeres.

La narración sigue el sentido contrario, puesto que la rápida decadencia provocada por el vértigo de la fama se precipita al final, justo antes de ser tiroteado a manos de un desconocido y morir con tan sólo 24 años, en 1997, a la salida de la entrega de los premios musicales Soul Train. En cambio, se insiste más en sus difíciles comienzos, cuando hubo de dejar a un lado su brillante carrera estudiantil por ser un chico de la calle y tenerse que ganar el sustento, manteniendo a una familia desde muy temprana edad.