Roger Federer se retiraba ayer de la pista Philippe Chatrier con la innegable sensación de congoja que supone tener un nudo en la garganta. El número dos de la ATP las vio de todos los colores durante tres sets contra el argentino José Acasuso, número 45 del ranking.

El tenista helvético cedió por 5-7 en el segundo set, pero después de haber remontado hasta cuatro bolas de set en tie break de la primera manga. Asimismo, debió recurrir a otro desempate para desnivelar la balanza en el tercer parcial, después de que Acasuso, con 5-1 a su favor, se resintiera en el tobillo; sólo en el cuarto set bajaba los brazos el tenista sudamericano, al que Federer terminó por derrotar por 6-2, después de tres horas y 25 minutos de batalla.

Sea como fuere, Federer se mostró satisfecho por el partido realizado. «Pude haber ganado o perdido cualquiera de los tres primeros sets. Estoy contento de la forma en que me pegué. Diría que jugué bien. Hice muchos errores, pero aún más puntos ganadores. En esta clase de partidos, éstos se deciden en detalles», declaró.

El ídolo local, Jo-Wilfried Tsonga, también cedió un set en su triunfo frente a otro argentino, Juan Mónaco, al que derrotó por 7-5, 2-6, 6-1, 7-6 (10/8). Mientras, otro francés, el cabeza de serie número 11 Gael Monfils, se deshacía del rumano Victor Crivoi por un claro 6-4, 6-3 y 6-3, mientras Juan Martín Del Potro lograba derrotar al serbio Viktor Troicki 6-3, 7-5 y 6-0.

La suerte de Dementieva

En féminas, Elena Dementieva, la número cuatro de la WTA, fue una de las afortunadas del día. Jelena Dokic, que se había impuesto en el primer set por 2-6, tuvo que abandonar en el segundo por lesión, cuando el encuentro discurría por un ajustado 4-3 para la jugadora rusa. Sudando un poco más, Venus Williams remontó ante la checa Lucie Safarova, 6-7, 6-2 y 7-5.

No tuvieron problemas Serena Williams o Jelena Jankovic, que ganaron por la vía rápida. La francesa Virginie Razzano machacaba a la cabeza de serie número 18, la española Anabel Medina, por un doble 6-2.