El consejero delegado del consorcio austro-canadiense Magna, Siegfried Wolf, manifestó ayer ante la plantilla de Opel en Rüsselsheim (Alemania) que espera firmar el acuerdo de adquisición de la compañía automovilística en cuatro o cinco semanas. «Hay algunos puntos aún por aclarar», dijo Wolf ante los 10.000 trabajadores que se congregaron en asamblea extraordinaria para escuchar de primera mano los planes de futuro de Magna.

A este respecto, el directivo sostuvo que las conversaciones transcurren por el buen camino y que la transacción prevista concluirá en setiembre. Magna entrará en Opel con el apoyo del banco ruso Sberbank y el fabricante ruso GAZ, según acordaron las partes interesadas en este proceso y en consultas con el Gobierno alemán.

Alemania apoyará financieramente al inversor con 1.500 millones de euros en avales en el primer semestre, a los que seguirán hasta 4.500 millones en los próximos años. Asimismo, Magna solicitará ayudas públicas al Gobierno austríaco por 300 millones.

Porsche pide 1.750 millones

El Gobierno alemán también ha recibido una petición de ayuda por parte de Porsche, fabricante de automóviles deportivos que se halla en proceso de integración con Volkswagen y que quiere utilizar ese crédito para completar la refinanciación de su deuda.

Porsche ha ido elevando su participación en Volkswagen, hasta ostentar el 50,76% del capital.