El vicepresidente de EA, Koldo Amezketa, sentenció que la creación de Alkarbide es la «culminación de un proceso gestado durante mucho tiempo». Pese a que en la comparecencia de ayer tras la reunión de la ejecutiva nacional de EA lamentara lo ocurrido, Amezketa valoró los hechos como una «clarificación de posiciones políticas».

Apuntó que los quince ex militantes de EA «han estado jugando, y no muy limpio», sin titubear a la hora de reprocharles el «debilitamiento del partido»; «planteando discrepancias a través de los medios, evitando el debate interno y cuestionando las decisiones adoptadas». Sentenció, en este sentido, que el sector de Iñaki Galdós «ha mantenido un conflicto permanente» en el seno del partido.

Para el presidente provisional de EA, estas actuaciones, y en especial «la manipulación generada en torno al polo soberanista», término que aseguró no haber empleado, «ha preparado, vendiendo humo, a la opinión publica» para la creación de este partido. Y en alusión a las discrepancias con la ponencia política, la justificación esgrimida por los escindidos de EA, Amezketa se preguntó con qué no están de acuerdo y les reprochó no haber especificado nada al respecto. En este sentido, detalló que en lo único que han sido claros es solicitando, una y otra vez, la coalición con el PNV, exigiendo en las últimas reuniónes incluso una relación preferencial con la formación jeltzale.

El ex lehendakari Carlos Garaikoetxea, que precedió a Amezketa, se mostró más tajante aún, y preguntó qué tipo de contenido reivindicativo han tenido las personas que acaban de conformar este partido, aparte del deseo de unirse al PNV. Sin embargo, sugirió que la función de cualquier partido que se considera como tal es presentar un proyecto político propio.

Amezketa aseguró ante la prensa que si el concurso en coalición con el PNV es la condición del sector liderado por Galdós, EA y Alkarbide «sí se encuentran en una situación bastante irrenconciliable», ya que, según apuntó, esa opción es «absolutamente minoritaria» dentro de EA. Y en un tono más distendido, confesó que EA «llevaba demasiado años con esta presión».

En definitiva, aclaró que en el «fondo no se han aceptado las reglas del juego», en alusión a la falta de respeto hacia los órganos de decisión internos. Coincidió en el deseo mostrado por los impulsores de Alkarbide de que la ruptura no sea «ni traumática ni dramática», pero exigió, a dos semanas del congreso, que su desarrollo «no se vea distorsionado» por aquellos que vean su destino fuera de EA.

El vicepresidente de EA compareció dolido ante las acusaciones lanzadas en torno a un posible distanciamiento con los principios fundacionales de la formación. Y se mostró tajante a la hora de afirmar que «no aceptamos que nadie ponga en tela de juicio nuestros valores».

La sala de prensa quedó pequeña para la ejecutiva nacional de EA, al completo, junto a históricos militantes como Manuel Ibarrondo o Pierres Xarriton. Una imagen con la que la formación abertzale quiso evidenciar «dónde están los principios fundacionales de EA», como precisó el propio Amezketa.

Los cargos, del partido

En la comparecencia, EA también se dirigió al PNV para pedir que cumpla los acuerdos suscritos contra el transfuguismo, tras sentenciar que su formación mantendrá los cargos y compromisos políticos que tiene en las instituciones, «independientemente de las actitudes personales».

Sin embargo, antes de que Amezketa compareciera ante la prensa, el grupo de EA en las Juntas Generales de Gipuzkoa había solicitado ya el cambio de su nombre por el de Alkarbide. Esta cuestión será tratada en la reunión que el próximo martes celebrará la Mesa a la que, según el reglamento, corresponde autorizar los cambios de nombre de los grupos junteros que así lo soliciten.

Arnaldo Otegi, preguntado sobre si esta fractura complica la creación del polo soberanista, señaló que «hay un agotamiento de una determinada estrategia», y predijo que si los abertzales «no abordamos una reflexión en términos estratégicos, pues ocurrirá lo que está ocurriendo» y defendió «una fase de clarificación estratégica».