Marcha de ganaderos desde Karrantza a Bilbo
«De 13.000 explotaciones ganaderas de leche, hemos bajado a 800 en veinte años»
Mikel Kormenzana
Responsable de la ejecutiva de EHNE de Bizkaia
Los ganaderos y baserritarras llaman a la sociedad a sumarse a la marcha y manifestación que desde Karrantza llegará a Bilbo mañana en defensa de los productores de leche y de la agricultura en general. Denuncian que las administraciones y los europarlamentarios favorecen a la gran industria, que es «la culpable del deterioro» del sector. El futuro lleva a la desaparición de los 800 productores de leche que hay en Hego Euskal Herria, cuando hace veinte años llegaron a 13.000 explotaciones.
Juanjo BASTERRA | BILBO
EHNE llama a la sociedad vasca a que se sume mañana a la marcha de tractores que saldrá a las 8.30 de Karrantza para llegar a la plaza Moyua sobre las 11.30, tras pasar por Alonsotegi, Zorrotza y la plaza Sagrado Corazón. De la plaza Moyua partirá una manifestación que terminará en el teatro Arriaga. Es un SOS hacia la sociedad, porque el sector ganadero y la agricultura atraviesan por una situación crítica. A la pérdida de explotaciones ganaderas, se une una bajada de precios exagerada debido a la acción de las multinacionales y el apoyo de las administraciones públicas a esas políticas de destrucción.
¿Qué reivindica EHNE ?
El subsector lácteo, dentro de los sectores ganadero y agrícola de Euskal Herria, es de los que más peso ha tenido en Gipuzkoa, Bizkaia, Araba y norte de Nafarroa, pero está desapareciendo directamente. Es así.
¿Por qué dice eso?
Hace entre quince y veinte años estábamos entre 12.000 y 13.000 explotaciones ganaderas, hoy no sobrepasamos las 800 explotaciones, que están a punto de cerrar. No hay futuro. Nos están pagando el litro de leche entre 22 y 26 céntimos de euro y el coste de producción de ese litro está entre 42 y 45 céntimos. La gente está perdiendo dinero. Está descapitalizando las explotaciones, se está aguantando, pero todo tiene su fin. La situación es muy crítica.
¿Se sienten desamparados?
Siempre hemos estado desamparados por parte de las administraciones, que no atienden nuestras demandas. Desde que entramos en Europa, en que el Estado español entró con una cuota del 60% del consumo, poco después se empezaron a dar los procesos de liberalización de las cuotas. En este momento, la Comisión Europea ha establecido que en el período 2013-2015 desaparezcan las cuotas y se están produciendo aumentos anuales, que están provocando la bajada de los precios. Y, de todo ello, los únicos que se están beneficiando son las grandes cadenas de distribución, con sus política de marcas blancas, y las multinacionales de la industria.
¿Qué provoca la liberalización?
Que el precio aquí caiga; que cuando cae, la UE les subvencione para que transformen la leche en polvo y, otra vez, les subvencione para venderla al exterior. Así se hunde a los baserritarras de aquí y a otros ganaderos de Sudamérica, Asia y de cualquier sitio. Nos están asfixiando a nosotros y a los demás agricultores del mundo.
¿Las grandes explotaciones se llevan la mejor parte?
Ni eso. No tiene sentido. En treinta años los gobiernos han estado lanzando el mensaje de que hay que intensificar, especializar y concentrar la producción, porque es el futuro. Pero el futuro de las 800 explotaciones ganaderas que quedamos es que, muchas de ellas, están supesintensificadas, supertecnificadas y supermodernizadas, pero su futuro está escrito: desaparecer. No tienen futuro.
¿Esa es la cruda realidad que vive el sector en este momento?
Las pequeñas agroindustrias están desapareciendo, porque se quedan los grandes con la producción, que son tres o cuatro macrogrupos industriales de la leche que, a su vez, están siendo comprados por otras distribuidoras o sectores agroalimentarios. Están deslocalizando trabajos y producciones a otros países del Sur para joder a los campesinos de allí y crear grandes infraestructuras que generen leche muy barata a costa de salarios bajos, es decir generar miseria allí y aquí. Consiguen un litro de leche muy barato, para venderlo aquí al mismo o mayor precio que el actual. Lo que la sociedad debe tener claro es que cuando desaparezcamos los productores de leche de aquí que no piense que va a estar más barata la leche. La leche parece que viene en cartones, pero no es así la produce alguien.
¿No se aprende nada de la crisis económica actual?
Lo que se está aplicando en coches y bancos, por poner dos ejemplos, en la agricultura se sigue con el mensaje de desregular y liberalizar. Era impensable, más en Estados Unidos, que un estado interviniese en un banco o en una gran empresas de coches, y se está haciendo, pero no ocurre así en la agricultura.
Estamos en el período electoral para el Parlamento Europeo, ¿cómo se han comportado los europarlamentarios?
La comunidad europea y los políticos de Euskal Herria representados en el Parlamento Europeo han votado a favor de la eliminación de las cuotas y de las políticas que favorecen el futuro de la Agricultura. Es denunciable y exigible a nuestros políticos que apliquen un modelo más ligado a la tierra, con menos costes de producción. En cuanto a la industria agroganadera, que impidan que reciban un duro de subvenciones si no paga por encima de los costes de producción. Es necesario que que se ayude a los modelos pequeños, que transforman y venden directamente, porque son los únicos que tienen futuro.
Mientras el sector sufre, Kaiku pasa a manos de la multinacional suiza Emmi.
Es parte de ese proceso de concentración industrial. Las administraciones vascas nos han vendido que había que concentrar la industria, porque si la concentrábamos y la controlábamos los que nunca hemos controlado nada, íbamos a ser lo más y resulta que hemos conseguido ser lo menos. Porque con ese proceso de intensificación es cuando hemos perdido casi 13.000 explotaciones, lo que son muchos empleos. En cambio, a Kaiku e Iparlat le han llovido millones de euros de dinero público, para que luego venga un capital suizo se lleve todo: las marcas de aquí, las del extranjero y el patrimonio.
¿A qué atribuye su venta?
A motivos políticos, porque han querido tapar la mala gestión de la empresa. Vendiendo las acciones, lo que hacen es que el nuevo Gobierno ni pueda meter mano ni pueda esclarecer lo que ha pasado en Kaiku Corporación. Eso es miseria política. Es parte de la realidad de la concentración de las multinacionales. Emmi es eso. Tiene una política agresiva en todo el mundo. Una de ellas, somos nosotros.
¿Los ganaderos vascos se sienten traicionados?
Kaiku sigue siendo cooperativa, pero, como otras muchas, cuando se convierten en el objetivo en sí mismo y se hacen tan grandes como el grupo MCC, por ejemplo, pierden su valor inicial y fundacional, es decir se olvidan de que se crearon para que la unión de pequeños ganaderos hicieran una gran cooperativa para obtener beneficios y tener futuro. Está pasando en todas las cooperativas de cualquier sector: deslocalizan el trabajo y, al final, lo que están haciendo es deslocalizar la miseria en el mundo. En la Agricultura pasa lo mismo, no es diferente.
¿Queda un difícil futuro para los 800 ganaderos en el sector de la leche?
Exigimos no sólo que quede futuro para los 800 ganaderos actuales, sino que necesitamos 1.800 más. No es que no haya futuro, sino que hay que cambiar las políticas de raíz.
¿Falta leche, de todas formas, para atender la demanda y el consumo de la población?
Por supuesto. En el Estado español, tenemos una cuota del 60% del consumo. En Euskal Herria producimos por debajo de la demanda de consumo real. Hay que cambiar el modelo de política europea. Es necesario un sistema de cuotas que regule el mercado para garantizar precios a productores y consumidores; reducir los aumentos lineales de cuota, hasta que lleguemos al consumo real que hay en Europa y que se eliminen las ayudas a las exportaciones, porque yo quiero vivir, pero quiero dejar vivir a los baserritarras del mundo. Es lo que pedimos para nosotros, pero también para los demás.
Es decir, que se ayude al productor.
Exacto. Las políticas locales deben ayudar al productor, no a grandes moles industriales, que al final acaban en manos de cualquiera. El que tiene que producir alimentos es el productor. Si desaparece quedará la industria en manos de no se sabe quien, con productos de no se sabe dónde, y que se generan no se sabe como. Las políticas públicas tienen que dirigirse a productores ligados a la tierra. A garantizar la soberanía alimentaria de los pueblos. Bizkaia produce el 5% de lo que consume y estamos pensando en exportar txakoli a Nueva York. Somos tontos. No tenemos para nosotros y estamos pensando en exportar. Pasa con la carne, la leche... ¿qué es esto? Y perdiendo mercados locales todos los días. Es una locura.
¿Las políticas de los gobiernos de Gasteiz e Iruñea han favorecido a los más poderosos?
Por supuesto. las autonómicas, las estatales las europeas. Todos los gobiernos han favorecido históricamente a grandes complejos agroindustriales y de distribución.
Ha dicho que la leche no va a ser más barata si ustedes desaparecen. ¿Puede explicarse?
El mejor ejemplo es el que hacen las grandes distribuidoras con su estrategia dañina en el mundo. Wall Mart, que es como Carrefour o Eroski, cuando se implanta en un sitio pone los precios superbajos, lo que arruina al pequeño comercio y le hacen cerrar. Cuando están solos ponen otros tres ‘walmart’ al lado, y suben los precios: si quieres comer, tienes que pagar. En EHNE somos activos y hemos contribuido con plataformas para conseguir que ni en Igorre, Elorrio, Bermeo y otros lugares se abran otros ‘eroskis’, porque sabemos lo que ocurre. A nosotros el pequeño comercio nos compra algo, Eroski no nos compra nada.
¿Qué le piden al nuevo Gobierno de Lakua?
Hemos solicitado una reunión. J. BASTERRA