Corea del Norte reaccionó de manera contundente ayer a la condena de su reciente ensayo nuclear que promulgó la víspera la ONU, destacando que no renunciará a su programa atómico ni a la utilización militar del plutonio.

«La opción de abandonar nuestras armas nucleares se ha convertido en imposible, y poco nos importa que algunos nos autoricen o dejen de autorizarnos a seguir adelante con ellas», indicó un comunicado del Ministerio norcoreano de Exteriores, que calificó de «despreciables» las sanciones destinadas a «desarmarnos y a asfixiarnos económicamente».

«En primer lugar, todo el plutonio extraido será utilizado con fines militares. Un tercio de las barras de combustible del reactor de Yongbyon ya han sido tratadas», añade el texto.

«En segundo lugar, vamos a empezar a enriquecer uranio», subraya el comunicado del Ministerio norcoreano de Exteriores, que destaca que Pyongyang dispone de la tecnología necesaria para ello gracias a la construcción de reactores de agua ligera.

Cualquier bloqueo que se imponga a Corea del Norte será interpretado como un acto de guerra, advierte Pyongyang.

Es la primera vez que Pyongyang menciona la existencia de un programa de enriquecimiento de uranio, ya que hasta el momento siempre había negado las acusaciones estadounidenses de que lo estaba desarrollando clandestinamente.

En cuanto al plutonio, el reactor de Yongbyon (situado a cien kilómetros al norte de Pyongyang) lo produjo hasta 2007, cuando Corea del Norte se comprometió a clausurarlo. Su vuelta al servicio ha sido anunciada recientemente por Pyongyang como respuesta a la condena de la ONU de mediados de abril del lanzamiento de un satélite.

Los expertos consideran que su stock de material fisible permitiría a Corea del Norte elaborar entre cinco y ocho bombas.

En su texto, Corea del Norte denuncia la «política hostil» de EEUU.

«Cualquiera que sean los intentos de aislamiento y de bloqueo impulsados por las fuerzas hostiles encabezadas por EEUU, la República Popular Democrática de Corea [del Norte], una potencia nuclear orgullosa, no capitulará jamás», insiste el comunicado del Ministerio de Exteriores de Pyongyang.

Se trata de la primera reacción oficial de Corea del Norte desde que el Consejo de Seguridad de la ONU decidiera el viernes por unanimidad intensificar el régimen de sanciones contra Pyongyang en respuesta a su prueba nuclear del 25 de mayo.

La resolución 1.874 establece un sistema reforzado de inspección del transporte aéreo, marítimo y terrestre con destino u origen en Corea del Norte y una ampliación del embargo armamentístico.

Esta resolución, que fue calificada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, como «un mensaje fuerte y claro» prevé también el endurecimiento de las sanciones económicas.

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