Operativo contra presos, allegados y abogados
La Guardia Civil detiene a siete personas a las que implica en un plan de fuga que dataría de 2007
Un supuesto plan de fuga de la cárcel de Huelva organizado por ETA para 2007 es el argumento por el que seis personas permanecen detenidas en una operación coordinada por el juez Fernando Grande-Marlaska. Entre los arrestados se halla el abogado Iñaki Goioaga, además de tres presos políticos, la compañera de uno de ellos y una vecina de Getxo.
GARA | BILBO
La Guardia Civil detuvo ayer a siete personas, tres de ellas presos políticos vascos, por su supuesta relación con un plan de fuga de la prisión de Huelva. En la capital onubense fueron arrestados otros cuatro familiares de presos políticos vascos, cuando se disponían a coger un autobús a Sevilla, aunque quedaron libres poco después.
Entre los detenidos se encuentra el abogado Iñaki Goioaga, que lleva más de veinte años representando profesionalmente a represaliados vascos. Goioaga habría sido detenido cuando se dirigía a Munitibar en coche, según informaron a GARA allegados suyos. Poco después de la detención varios vehículos del instituto militar español acudieron al despacho profesional del letrado en la calle Elkano de Bilbo, para registrarlo.
Compañeros del abogado vizcaino acudieron al despacho, pero los guardias civiles presentes no les dejaron entrar, y les indicaron que Goioaga se encontraba incomunicado. El registro concluyó a las 18.30.
En Getxo fue detenida Inge Urrutia, joven que ya había sido arrestada en julio de 2008 en otra operación de la Guardia Civil ordenada por la Audiencia Nacional, aunque fue puesta en libertad por Baltasar Garzón.
El despliegue policial en Algorta, en torno a la avenida Saldisu, fue muy importante, según relataron varios testigos, que contaron hasta ocho patrols. Toda la zona resultó tomada durante varias horas.
Urrutia fue detenida frente a su domicilio, entre las 14.00 y las 15.00 horas, y fue conducida al mismo para asistir al registro. Poco después de la detención en ese lugar se congregaron numerosos vecinos y allegados de la joven getxoztarra, viviéndose momentos de gran tensión entre los presentes y los guardias civiles, que mostraron en todo momento una actitud «chulesca». Urrutia permaneció allí hasta poco después de las cinco de la tarde, cuando fue sacada e introducida en un vehículo por sus captores, entre gritos de ánimo de quienes se habían congregado, que sufrieron empujones y algún amago de carga por parte de los agentes del instituto militar. Fueron momentos «muy duros», según explicaron a este diario quienes lo vivieron.
En Huelva, en primer lugar fueron arrestados en la cárcel el preso político Gorka García Sertutxa y su compañera Ana Paz, que había acudido a visitarle coincidiendo con el fin de semana. También fue apresaba en esa ciudad Juana Orta, una mujer muy conocida entre los allegados de los represaliados políticos vascos, ya que forma parte del comité de apoyo, ha participado en un sinfin de luchas populares y, tal como recordó la compañera de otro prisionero encarcelado en la misma cárcel, «siempre tiene la puerta abierta para todo el mundo».
Libre por la tarde
La detención de Orta no trascendió en un primer momento, y los familiares desplazados hasta Huelva mostraron su preocupación por su estado, ya que, además de su avanzada edad, padece problemas físicos. Según señalaron, fue introducida en un coche de la Guardia Civil, y desde la comisaría onubense informaron de que no se encontraba allí. A última hora de la tarde, sin embargo, Orta quedó libre tras haber sido interrogada por su relación con los allegados de los presos vascos. La dura experiencia le había dejado «totalmente pasada», según explicó.
Estos mismos familiares rechazaron la información difundida por las agencias, que indicaban que Ana Paz residía en la casa de Orta, explicando que ella, como muchos otros allegados, había estado allí porque había ido a visitar a su compañero. El inmueble, en la calle Almonte del barrio Isla Chica, fue registrado por la Guardia Civil, que se llevó un ordenador y cajas. También hubo un registro en Gasteiz, al parecer en un domicilio relacionado con Ana Paz.
Además, ya por la tarde, cuatro familiares que acudían a coger el autobús de línea para ir a Sevilla fueron en primer lugar parados y luego introducidos en coches y conducidos a la comisaría de Huelva. Estos cuatro allegados quedaron libres horas después, tras ser interrogados por la taquilla de Ana Paz.
En Picassent y Valdemoro
Además de García Sertutxa, también fueron detenidos los presos políticos Igor Solana y Arkaitz Goikoetxea, en Picassent (Valencia) y Valdemoro (Madrid), respectivamente. No es fácil adivinar cómo se puede detener a una persona presa, pero lo cierto es que los tres prisioneros habrían sido interrogados sobre el supuesto plan de huída, y sus celdas registradas de arriba a abajo. Solana fue trasladado a la prisión valenciana hace unos meses, y antes había permanecido en Huelva.
Según filtraron fuentes policiales, Sertutxa y Solana eran los presos que debían escapar en función de ese plan, y Goikoetxea, detenido en julio de 2008, uno de los que iban a llevar a cabo la acción.
Incautado hace un año
«El Ministerio del Interior ha frustrado hoy la fuga de varios etarras presos en la cárcel de Huelva», rezaba poco después del mediodía la página digital de «El País». Así leído, parecería que la Guardia Civil hubiera abortado in extremis una acción de ETA en las mismas puertas de la cárcel onubense, pero lo cierto es que el supuesto plan de la organización armada, siempre según las fuentes policiales, se remontaría a hace dos años, de modo que incluso uno de los presos que iba a fugarse ya no se encontraba en esa cárcel y quien iba a a llevar a cabo la operación se encuentra preso desde hace un año.
El supuesto plan, además, habría sido descubierto en la documentación intervenida a Xabier López Peña, detenido en mayo del año pasado, de modo que llama la atención que el juez Fernando Grande-Marlaska montara ayer semejante operativo. Casualidad o no, el mismo día que en Donostia una multitud miraba a los oscuros despachos de Interior preguntando «¿dónde está Jon?».
Desde el Ministerio del Interior quisieron zanjar cualquier interrogante, asegurando a través de las agencias que la dirección de ETA «mantenía activo» el plan de fuga y que «se ha trabajado con la hipótesis de su posible ejecución durante el próximo verano». No indicaba si afectaba a los mismos presos -Gorka García Sertutxa e Igor Solana-, estando uno encarcelado a cientos de kilómetros del otro.
Ese supuesto plan de huída consistiría en utilizar un helicóptero, reteniendo para ello a la familia del piloto, para sacar de la cárcel a los dos prisioneros antes citados y llevarlos hasta Portugal, donde se mantendrían ocultos.
Además de los siete detenidos en primer lugar, cuatro familiares fueron arrestados en Huelva cuando iban a coger un autobús a Sevilla, aunque quedaron libres. Les preguntaron por una taquilla utilizada por Ana Paz.
Según informaron fuentes de la Audiencia Nacional, las seis personas que permanecen detenidas declararán la próxima semana ante el juez Fernando Grande-Marlaska, que dirigió la operación.
Iñaki Goioaga, Iñako, es una persona muy conocida en Euskal Herria por su labor en favor de los represaliados políticos vascos, que viene ejerciendo desde hace más de dos décadas. Con una amplia experiencia en juicios, conoce la Audiencia Nacional como sólo otros letrados vascos pueden conocer, y ha participado en la defensa de varios imputados en sumarios como el que se celebró hace apenas un año contra el movimiento pro-amnistía, el sumario 33/01. En una entrevista concedida a GARA el 7 de julio de 2008 poco después de que concluyeran las sesiones de este penúltimo proceso contra el independentismo vasco, este abogado destacaba que «después de 30 años de la llamada transición y supuesta reforma política seguimos estando en un Estado policial que carece de un carácter democrático real».
En esa entrevista, preguntado sobre si con el proceso contra Gestoras pro-amnistía y Askatasuna lo que el Estado español pretendía era «quitar del medio al `testigo' de la represión», Goioaga destacaba que el movimiento pro-amnistía, en las últimas tres décadas, «se ha dedicado a denunciar la tortura, la guerra sucia, la dispersión, las condiciones en las cárceles... De alguna manera, le ha quitado la careta democrática al Estado español, y no interesa que eso se siga manteniendo así, y han encontrado la excusa del entramado de ETA». En este mismo sentido, apuntaba que la propia existencia de los citados organismos antirrepresivos evidenciaba la existencia de un déficit democrático en el Estado español, ya que son organismos que «no tienen vocación de permanencia en el tiempo», sino que «en la medida en que se asiente la solución dialogada y democrática del conflicto, tienden a desaparecer». «Sin embargo, en un momento en el que hay una apuesta por una salida policial y represiva, el movimiento pro-amnistía molesta», agregaba en esa entrevista del año pasado. Es evidente que la apuesta de los estados que él mismo denunciaba se mantiene.
La defensa de los derechos de los represaliados y la denuncia de la vulneración de esos derechos ha sido una constante en la labor de este letrado vizcaino en salas de juicios, despachos y en cuantos foros ha sido invitado para hablar de un tema que conoce muy bien. Por eso, en otra entrevista publicada en Gaur8 el pasado 17 de abril con motivo del 20 aniversario de la aplicación generalizada de la dispersión contra los presos políticos vascos subrayaba que «los abogados somos testigos incómodos de la vulneración del Estado de Derecho».
Goioaga denunciaba que la política penitenciaria que se aplica a los presos políticos vascos «se plantea como una venganza» y que la política de dispersión «sigue teniendo un claro objetivo político». «Está fuera del Estado de Derecho, es una forma de guerra sucia», afirmaba, destacando que a los prisioneros vascos «se les niega su carácter político pero, al mismo tiempo, les aplican medidas políticas especiales». GARA