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Tras las elecciones en Irán

Una multitudinaria manifestación pro-Musavi acaba en disparos

La multitudinaria manifestación que ayer recorrió las principales calles de Teherán a favor del candidato presidencial Mir-Hussein Musavi, que hizo su primera aparición pública desde el viernes, se saldó con al menos un muerto y enfrentamientos entre policías y manifestantes.

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GARA | TEHERÁN

Al menos una persona murió ayer durante una multitudinaria marcha, prohibida por el Ministerio del Interior, en apoyo al ex primer ministro Mir-Hussein Musavi. La cadena de televisión estatal Press TV informó que durante su transcurso se escucharon «disparos esporádicos. Puedo ver a gente corriendo», relató un reportero. Dijo haber visto a varias personas armadas que «han empezado a disparar provocando el caos en la plaza Azadi», un lugar con una fuerte carga simbólica. Con sus más de cuatro kilómetros de longitud, esta avenida, arteria principal de Teherán, es donde habitualmente se celebran las conmemoraciones de la Revolución Islámica de 1979, que acabó con el Sha. En ella, el ayatollah Jomeini dio su primer discurso nada más llegar del exilio en París

Un fotógrafo de Associated Press aseguró a AFP que había al menos un muerto y varios heridos. La Policía empleó gases lacrimógenos. Al parecer, un grupo de manifestantes incendió una sede local de las milicias islámicas Basij.

Los partidarios de Musavi -entre 10.000 y un millón, según las fuentes-, reclamaron entre otras cosas, «la muerte del dictador», en alusión al presidente electo Mahmud Ahmadineyad y reivindicaron su voto por Musavi, que reapareció en medio de la marea verde. La de ayer era su primera aparición pública desde la celebración de las elecciones el viernes.

A bordo de un coche descapotable junto al también candidato presidencial Mehdi Karoubi, aseguró megáfono en mano que está preparado para «participar en unas nuevas elecciones presidenciales. El voto del pueblo es mucho más importante que la persona de Musavi o cualquier otro. Si Dios quiere, reanudaremos nuestros derechos».

Su esposa, Zahra Rahnevard remarcó que llegarán «hasta el final» para impugnar el resultado de los comicios, que dieron una amplia victoria a Ahmadineyad con el 63% de los votos. Gran parte de los manifestantes enarbolaban pedazos de tela de color verde, en las que se podía leer «¿Dónde está mi voto?».

«Si Ahmadineyad sigue en la Presidencia, continuaremos todos los días protestando» o «Luchamos, morimos, no aceptaremos este fraude electoral» eran otras de las consignas coreadas durante la movilización.

Horas antes, cerca de 400 estudiantes partidarios del ex primer ministro se reunieron en una mezquita de la ciudad universitaria. Con máscaras de color verde, para hacer visible su inclinación ideológica, exigieron la dimisión de Ahmadineyad, a quien acusaron de «abrir la caja de Pandora».

«El resultado de esta profunda crisis es que el enfrentamiento entre los dirigentes de la revolución es mayor. Es también mayor entre el pueblo y su Gobierno. Es la mayor crisis desde la Revolución de 1979», declaró a Al-Jazeera Ebrahim Yazdi, líder de Freedom Movement, prohibido por el Gobierno.

Ante este convulso escenario, el guía supremo Ali Jamenei pidió a Musavi que recurra a la vía legal. Está previsto que el Consejo de Guardianes de la Revolución, la máxima autoridad del país, haga públicas sus conclusiones en diez días. Hoy se entrevistará con Musavi y Mohsen Rezai -el tercer candidato- para que expongan los fundamentos sobre los que basan su demanda de impugnación.

Simpatizantes del actual presidente, mientras tanto, se concentraron frente a las embajadas de Gran Bretaña y el Estado francés en Teherán para denunciar la injerencia de la comunidad internacional.

En el plano internacional, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, subrayó que «se debería de respetar la verdadera voluntad» de los iraníes. Afirmó que sigue «de cerca los acontecimientos» en el país persa.

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que EEUU está «preocupado por lo que hemos visto» en Irán, con el que Washington no tiene relaciones bilaterales desde 1980.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, expresó su preocupación. Su Gobierno, al igual que el de Alemania, convocaron a los embajadores de Irán.

El primer ministro británico, Gordon Brown, instó a Teherán a «hacer frente a los serios interrogantes que se han planteado sobre las elecciones».

Un sondeo previo daba la victoria a Ahmadineyad

En plena crisis por las denuncias de fraude, los autores de un sondeo realizado en Irán a nivel nacional antes de las elecciones aseguraron que ya apuntaba a una ventaja contundente por parte de Mahmud Ahmadineyad, que conseguiría más del doble de votos que Mir-Hussein Musavi.

En un artículo publicado ayer en «Washington Post», Ken Ballen y Patrick Doherty consideraron que «los resultados electorales en Irán podrían reflejar la voluntad de los iraníes. Aunque muchos expertos afirman que el margen de la victoria de Ahmadineyad sobre Musavi fue resultado de fraude o manipulación, nuestro sondeo nacional en Irán tres semanas antes de la votación mostraba que estaba en cabeza».

De acuerdo con este trabajo, el 34% de los consultados en todas las provincias del país dijeron que votarían por el actual mandatario, mientras que sólo el 14% lo haría por Musavi. «En los únicos grupos demográficos en los que el ex primer ministro era competitivo eran los estudiantes universitarios y los iraníes de ingresos más altos», explicaron. Negaron que los encuestados respondieran por miedo, porque muchos ofrecieron «respuestas arriesgadas».GARA

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