A menudo la universidad parece una institución al margen de la sociedad. Las preocupaciones académicas suelen resultar lejanas, cuando no ajenas, a las cuestiones que afectan y quitan el sueño a los ciudadanos. Aunque sólo sea por ello, merece la pena reseñar aquellos estudios que tienen como objetivo analizar situaciones graves que padecen pueblos o comunidades enteras y que a su vez proponen alternativas frente a esas injusticias estructurales. Ése es el caso de dos estudios presentados en la UPV-EHU y que versan sobre el nefasto papel de las empresas transnacionales en todo el mundo, pero muy especialmente en Latinoamérica.

La conclusión central de esos estudios es clara: las transnacionales han acaparado tanto poder que superan a la capacidad de muchos estados. Ese poder se ejerce en contra de los intereses de los más desfavorecidos. Asimismo, no existe un control por parte de organismos como la ONU que garantice el reparto de la riqueza que se expolia de esos países. Existe, por lo tanto, una falta total de transparencia y una impunidad total en ese ámbito. No obstante, los estudios apuntan algunas medidas que pueden resolver o cuando menos paliar esas situaciones, como son la creación de un Tribunal Penal. Los autores también señalan que cada vez hay un movimiento social mayor contra esa triste realidad.