Lakua ve posible abrir la pesca de la anchoa tras una ligera recuperación
La recuperación de la biomasa de la anchoa en el Golfo de Bizkaia tras cuatro años de veda ha permitido alcanzar un volumen de 28.000 toneladas, 3.000 más que el año pasado, pero aún por debajo del límite de precaución que Bruselas estableció en 33.000 toneladas para permitir reabrir la pesquería. Lakua ve posible un acuerdo entre París y Madrid el próximo 30 de junio para una apertura limitada.
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Los estudios realizados por el centro de investigaciones pesqueras Azti, dependiente del Departamento de Agricultura y Pesca del Ejecutivo de Lakua han confirmado la recuperación de la biomasa de la anchoa en el Cantábrico, aunque todavía se encuentra por debajo del «límite de precaución», lo que justificaría la posible continuidad de la veda. Los informes cifran el volumen de la biomasa en 28.000 toneladas, 3.000 toneladas más que el año pasado, pero en todo caso por debajo de las 33.000 que la Comisión Europea ha establecido como «límite de precaución» a partir del cual se permitiría la reapertura de la pesquería.
Sin embargo, y a pesar de que no se ha superado ese límite, el haber rebasado las 24.000 toneladas podría dar paso a un acuerdo político entre el Estado español y el Estado francés en el seno del Consejo Europeo (que se reunirá probablemente el día 30 de junio), para permitir, al margen de las recomendaciones científicas, la reapertura del caladero y el reparto de cuotas.
Según explicó el viceconsejero de Desarrollo Pesquero de Lakua, Jon Azkue, quien presentó el informe junto al director general de Azti, Rogelio Pozo, el acuerdo se basaría en «un plan de gestión a largo plazo» que determinaría medidas concretas para «una pesca sostenible y responsable» y establecería unas toneladas máximas de captura. Esa cifra de capturas debería responder también, según Azkue, a una doble exigencia: «permitir la recuperación de la especie y hacer rentable la pesquería». Según Pozo, el «escenario más probable» es que se establezca una cifra de capturas en torno a las 7.000 toneladas, pero advirtió de que «cuanto más se pesque la probabilidad de caer por debajo de la biomasa límite (24.000 toneladas) es mayor».
La crisis de la anchoa sigue
Las estimaciones de Azti se elaboran en función de dos estudios anuales que se desarrollan desde hace seis años en el Golfo de Bizkaia. El primero se realiza entre los meses de mayo y junio y tiene por objetivo medir la cantidad de «padres» de anchoa, para lo que se cuenta el número de huevos. El segundo, se lleva a cabo de setiembre a octubre y su misión es determinar la evolución de esos huevos en ejemplares juveniles de anchoa.
Azkue destacó que, tras una parada biológica de cuatro años, estos estudios han constatado que se ha pasado de una biomasa de anchoa de 9.700 toneladas en 2005 a las 28.000 actuales. Tanto Azkue como Pozo afirmaron que las medidas de cierre de las pesquería se han demostrado eficaces para facilitar, poco a poco, la recuperación del stock, aunque todavía «no se puede decir que hayamos superado la crisis de la anchoa».
Los estudios de Azti cifran el volumen de biomasa de anchoa en el Golfo de Bizkaia en 28.000 toneladas -3.000 más que el año pasado- frente a las 9.700 de 2005. Aun así, sigue por debajo de las 33.000 que la Comisión Europea estableció como «límite de precaución» para permitir la reapertura de la pesquería.
Pese a que aún no se ha recuperado la especie, Lakua cree que la mejoría detectada en los estudios abre la puerta a un acuerdo político entre Madrid y París para permitir las capturas con un límite en torno a las 7.000 toneladas.
Los estudios de Azti, junto a los que desarrollen los especialistas franceses, servirán para que el Comité Técnico Económico y Científico para la gestión de pesquerías, organismo asesor de la Comisión Europea, tome una decisión sobre la pesquería de la anchoa. El viceconsejero de Desarrollo Pesquero, Jon Azkue, insistió en que la decisión sobre la apertura de las pesquería corresponde a la Comisión Europea, pero la fecha clave será el 30 de junio cuando sea el Consejo Europeo el que adopte una decisión.
El secretario general del Mar del Gobierno español, Juan Carlos Martín Fragueiro, confirmó los datos de Azti, aunque insistió en que hay que esperar al informe científico correspondiente por parte del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), que se presentará el próximo 23 de junio. Martín Fragueiro participó ayer en Madrid en el Consejo Consultivo de Política Pesquera con las comunidades autonómicas, previo a la reunión del Consejo de Ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) que se celebrará en Luxemburgo.
El secretario general del Mar indicó que, tras conocer este informe, en julio se podría producir un debate con las cuatro comunidades autonómicas afectadas por este caladero para determinar su reapertura. Subrayó que el Gobierno «es muy cauteloso» con esta decisión y ha aseguró que «hay que ser muy rigurosos».
El caladero de la anchoa está cerrado desde hace cuatro años, y el pasado mes de diciembre los ministros de la Unión Europea aprobaron que continúe así durante el primer semestre de 2009, por lo menos, para contribuir a que se restablezca la especie. GARA