La operación policial abierta a raíz de un supuesto plan de fuga que irían a llevar a cabo varios presos políticos vascos ha terminado con más de la mitad de los detenidos fuera de la causa por falta de pruebas y con un preso, un familiar suyo y un abogado encausados bajo nebulosas acusaciones que mezclan «intentos», «pensamientos» y «deseos». Con los difusos datos conocidos hasta el momento no resulta demasiado creíble que esta operación haya abortado fuga alguna, pero no por ello se puede negar que el Gobierno español no escatima esfuerzos para lograr sus objetivos.

En todo caso, los posibles logros de la operación no son policiales, sino políticos. La operación sienta un precedente con la detención e incomunicación de presos dentro de la propia cárcel, medida sólo aplicada hace muchos años en situaciones excepcionales. Asimismo, se pretende una vez más criminalizar la labor profesional de los abogados de los presos políticos, cuestionando el derecho a la defensa. Del mismo modo, se intenta amedrentar a aquellas personas que en el Estado español, pese a la inmensa presión que se ejerce contra ellas, muestran su solidaridad con los presos y con sus familiares, sea por razones humanitarias o ideológicas. Todo ello con el fantasma de la incomunicación y quebrantando la presunción de inocencia.

Por otro lado, mientras los medios de comunicación centran su atención en rocambolescos planes de fuga, el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, evita dos escabrosos temas que caen bajo su responsabilidad política: la desaparición del militante vasco Jon Anza y el desvío o la anulación de miles de votos en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. De ese modo, Rubalcaba se centra en algo que no ha ocurrido para evitar explicar lo que realmente ha ocurrido. La estela de un helicóptero de ficción produce así la cortina de humo necesaria para desviar la atención de cuestiones mucho más graves y reales: la sombra de la guerra sucia y la falta total de transparencia en unas elecciones, ambas en el contexto europeo.