La Coordinadora de Euskal Herria contra la Contaminación Electromagnética denunció ayer, Día Internacional contra la Contaminación Electromagnética, la actitud y estrategia de la industria de telecomunicaciones, que, en su opinión, «se centra en negar las evidencias científicas». Asimismo, criticó «la pasividad y alineamiento, hasta la fecha, de los ayuntamientos y gobiernos autonómicos con los intereses de la industria de telecomunicaciones inalámbricas», ya que, a su entender, «en lugar de defender el derecho a la salud de la población, ignoran las reivindicaciones ciudadadas y resoluciones internacionales y del Parlamento Europeo».

En ese sentido, exigieron a las autoridades políticas «que velen por la salud pública en vez de por los intereses económicos de la industria implicada» y que «desa- rrollen nuevas normas más garantistas de todos los aspectos sanitarios», en lugar de las normas actuales.

La coordinadora considera necesario que se establezca un sistema de control de los niveles de emisión fiable, «encomendado a un servicio de inspección independiente con mecanismos de control ajenos al mismo» en el que se incluyan científicos, médicos y ciudadanos; así como que se persiga con sanciones que sean «ejemplares» el incumplimiento de las legislaciones correspondientes.

Sociedad y empresas

También emplazaron a la sociedad, a la que invitaron a «informarse de fuentes independientes de la industria, a protegerse en caso de encontrarse en riesgo su salud, a organizarse y a reivindicar su derecho a la salud».

Recomendaron a las comunidades de vecinos que no instalen antenas en sus edificios y que «rescindan los contratos de la ya instaladas, hasta que no se garantice niveles que minimicen los riesgos actuales.

Especialmente se dirigieron a la industria de telefonía móvil y le exigieron cambiar su actitud y «colaborar participando en el debate público desde la transparencia y el interés por la salud pública, aportando propuestas técnicas que minimicen riesgos».