Ecuador y las pequeñas naciones caribeñas de San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda se sumaron ayer a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que ya incluye a Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y Venezuela y que tiene como países observadores a Paraguay y Granada.

«Sigue creciendo el ALBA, ya somos nueve los países que integramos este espacio de construcción del proyecto nuevo, de espacio radical, que aun cuando no es el único, es el núcleo más dinámico, más fuerte de integración y cooperación latinoamericana y caribeña», subrayó el presidente venezolano, Hugo Chávez, el domingo. Ayer, convocó a los pueblos latinoamericanos a «dar la batalla por su plena independencia».

La adhesión formal de las tres nuevas naciones tuvo lugar en el marco de una cumbre extraordinaria convocada a tal efecto en la ciudad venezolana de Maracay. El encuentro se celebró horas después de un desfile en Carabobo, donde el 24 de junio de 1821 se libró una decisiva batalla por la independencia venezolana del Estado español.

«Una sola voz»

A su llegada a Venezuela, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, subrayó que la adhesión de su país al ALBA responde a la voluntad de «seguir construyendo» una América unida y consolidar la integración para «hablar de una sola voz» en los foros internacionales.

Destacó la importancia del ALBA en el proceso de integración y aseguró que se trata de un grupo de países «decididos a defender los intereses de la región con energía».

Correa, que puso como ejemplo a la Unión Europea, añadió que esta posición común de los países de la ALBA «ya dio resultados» en la reciente reunión de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la que se derogó la suspensión de Cuba.

Su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, resaltó, por su parte, «el enorme papel que juega este pueblo para construir un nuevo espacio económico, político y social, un modelo alternativo frente a lo que es el capitalismo salvaje».

Y añadió que cuanto más socios se adhieran, «más fortalecemos la unidad, la integración en este nuevo espacio, cuyos elementos son la justicia, la solidaridad, la complementariedad, donde el mercado no es el instrumento sino que es la justicia la que prevalece en el intercambio entre los pueblos».