Caracas anuncia la próxima normalización de las relaciones diplomáticas con EEUU
GARA
Venezuela y Estados Unidos restablecerán próximamente sus relaciones diplomáticas con el regreso de sus respectivos embajadores, expulsados en setiembre pasado, anunció ayer el ministro venezolano de Exteriores, Nicolás Maduro.
Las relaciones diplomáticas se normalizarán «en los próximos días», cuando «los dos embajadores» sean restablecidos en sus cargos para «permitir una comunicación más fluida», declaró Maduro en Maracay, a unos 120 kilómetros al oeste de Caracas, donde se celebró la cumbre extraordinaria del ALBA.
La prensa venezolana había informado el martes de que Maduro y el secretario de Estado adjunto de EEUU para América Latina, Thomas Shannon, acordaron en una conversación telefónica el retorno «a la mayor brevedad posible» de los embajadores de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, y de EEUU en Caracas, Patrick Duddy.
El presidente bolivariano, Hugo Chávez, expulsó en setiembre pasado al embajador Duddy en solidaridad con una acción similar de su homólogo de Bolivia, Evo Morales, y debido a «las repetidas demostraciones de hostilidad por parte del Gobierno de EEUU respecto al pueblo de Venezuela». El Gobierno estadounidense, presidido en ese momento por George W. Bush, expulsó a su vez al embajador Álvarez.
Chávez y su homólogo estadounidense, Barack Obama, protagonizaron un inesperado acercamiento durante la Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago en abril, cuando entre sonrisas y apretones de manos expresaron su disposición a recomponer las relaciones bilaterales.
Durante la cita continental, Chávez anunció la designación del actual representante venezolano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, como nuevo embajador en Washington, y agregó que esperaba un gesto igual de la Casa Blanca.
Pero después se estimó «más sencillo reelegir a los embajadores anteriores», según fuentes diplomáticas venezolanas, que añadieron que ésa «es la fórmula más rápida» para normalizar las relaciones, ya que permite evitar la audiencia del nuevo embajador ante el Congreso estadounidense y otras gestiones administrativas.
Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, dijo el pasado 22 de abril que su Gobierno había acordado con el de Caracas «considerar el intercambio de embajadores» lo que, opinó, era «un suceso positivo».