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«Estamos en esto de la música porque nos hace sentir más vivos»

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Isac, Martin y Ander

Componentes de Mendeku Itxua

Uniendo los mundos de Su Ta Gar, Urtz y Latzen se llega al universo Mendeku Itxua, cuarteto que, tras seis años de aprendizaje y brega, presenta «Indarrak batuz», álbum de jevi metal melódico que se coloca, por potencia y clase, entre lo mejor de la escena metálica.

Pablo CABEZA | BILBO

Mendeku Itxua se forma en Usurbil en 2003 dentro de un ambiente musical bastante marcado: SuSmo, Despervicio, D3, Parafliping... Todos ensayando en los mismos locales y con buen ambiente. «Había vidilla, movimiento», matiza Mendeku Itxua, compuesto en la actualidad por Ixak Arruti Aranburu, Ander Aizpurua Ostolaza, Iñigo Roteta Illarramendi y Martin Larrañaga Amutxastegi. En el presente, esa dinámica escena del pasado se mantiene. «Lo bonito de todo esto es que somos gente del pueblo de diferentes entornos, pero lo que nos une (la música) es mucho más fuerte que lo que nos separa», apunta Martin.

Ixak, Martin, Asier y Ander se conocen desde jovenzuelos, en especial de jugar a pelota en el frontón. Con el paso del tiempo, los cuatro terminan interesándose por la música. Isak comienza golpeando los parches en Despervicio, mientras que Martin, Asier y Ander tocan en SuSmo. Unos y otros se toman su tiempo extra para tocar algunas versiones, pero en onda jevilona, lejos del punk de sus respectivos grupos... Hay feeling, la cosa suena bien y Ander recuerda las fructíferas mañanas dándole clases de guitarra a Isak. «Yo estaba entrenando con el Añorga (era lateral izquierdo, jeje), recibí una llamada de Ander en la que me preguntaba si quería formar parte de un nuevo grupo. La idea me ilusionó, así que dije que sí», explica Isak. «Nuestro primer ensayo fue aprender una canción que Ixak ya tenía en mente, `Ipuin faltxuak'. Está claro que vino con los deberes hechos, jajaja», matiza Martin.

En 2005 graban su álbum debut, «Gure oihua». En 2006, tras un buen verano de actuaciones, Asier Fernández abandona el grupo por falta de tiempo, entra en su lugar Iñigo Roteta, que aunque toca la batería, también se las apaña bien con la guitarra y el bajo.

Ningún disco es sencillo de grabar, pero, si acaso, los álbum de metal son más complicados por diferentes motivos.

Isak: Todo eso tiene un nombre: el técnico Haritz y, claro, horas y horas de ensayos, tocar, de escuchar mucha música... En realidad, ha sido más que un técnico para nosotros: ha sido como nuestro padre.

Martin: El grabar con Haritz Harreguy ha sido un curso intensivo de ¡cómo grabar el disco de tu vida! Teníamos mil dudas, pero las resolvía una a una. Haritz sabe mucho, es muy grande.

Ander: Ha sido un trabajo duro, pero placentero. La grabación nos iba yendo cada vez mejor con el paso de los días y es que ni te imaginas la de cosillas que se pueden hacer si tienes a mano los conocimientos de un buen técnico.

Y del local al estudio de IZ en Amasa, un reto.

I: Fue un mes muy duro, dormíamos poco, todo el tiempo con la cabeza en el estudio, compaginando el trabajo diario con la grabación... Y, además, había que estar frescos cada día para continuar adecuadamente. Hubo momentos de bajón, pero al acabar vimos que el trabajo, las horas y el esfuerzo habían merecido la pena. Quizá lo que más nos preocupó fue que el tiempo nos alcanzara para concluir bien la grabación. Después, estar a la altura de las circunstancias, pues con este disco queríamos trasmitir lo máximo en todos los sentidos.

¿Son malos momentos para el jevi clásico?

A: Tampoco hemos conocido otros, pero se dice que sí. Antes existía más movimiento, más fanatismo por grupos que se lo curraban, ahora está mucho más complicado.

I: Estamos en esto de la música porque nos hace sentir más vivos.

Tocan en varias fiestas, son casi unos afortunados, pero ¿no les parece que el metal está muy maltratado en todos los medios de comunicación y en las programaciones de fiestas...?

I: Es verdad, y es que, además, ellos mismos nos lo han reconocido: «En la radio no vamos a poner doble bombo».

M: Aún con todo, tenemos suerte de que haya gente que luche porque vayamos a sus pueblos a tocar. La verdad es que llevamos varios meses con la agenda llena, estamos muy contentos. Tampoco queremos olvidar el trabajo que está haciendo Iñaki (Ortots) para conseguirnos entrevistas, críticas...

A: Tampoco es que los medios nos den la espalda. El clip de «Herentziaren mendekua» está dando muchas vueltas en ETB3, por lo que no podemos hacer otra cosa que agradecérselo.

Son muy duros, pero también muy melódicos, doble bombo, doble esfuerzo...?

A: No es un esfuerzo. Cuando sabes lo que quieres y cómo, las cosas van surgiendo de forma natural.

I: Mi voz, por ejemplo, es la que es, no puedo cantar de otra manera. Luego intentamos hacer guitarreos fuertes, riffs potentes y, al mismo tiempo, darle con la voz un toque claro y melódico.

Esto no es un negocio. Hay que pagar muchas cosas.

I: El equipo que tenemos lo hemos pagado con nuestros curros. Además, el dinero obtenido con los conciertos ha ido al bote. Tenemos en mente hacernos con unos inalámbricos, pero aún no podemos.

M: Esta gira, en vez de llamarse «Indarrak Batuz Tour 2009», debiera llamarse «Fakturak Paatuz Tour 2009».

A: El disco, la grabación, el estudio, las copias... han sido un gasto muy grande y no hemos tenido aportes externos. Ha sido completamente autoproducida.

Más doble carpeta y DVD.

A: Cada disco es único, una vez en la vida, así que no hemos reparado, dentro de lo factible, en nada. Lo del DVD surgió un poco sobre la marcha. El grupo de teatro de Alex Tello (Txerriki Antzerki Taldea) nos apoyó de pleno, lo que nos permitió fabricar en digipack con CD + DVD, que contiene el clip «Herentziaren mendekua», otro anterior y varias canciones en directo.

M: Hicimos una gran apuesta, pero pensamos que hoy en día, si haces un buen producto, con buen material, buen diseño, la gente se interesa. Si lo publicas con una portadita y poco más... la gente tira más de emule, no se motiva. Creemos que todavía hay gente que compra discos.

Ficha

Artista: Mendeku Itxua.

Título: «Indarrak batuz»,

Discográfica:

Ortots Burdin Hotsak.

Salida: Ya disponible.

Contacto: Myspace.com.

Próximos conciertos: Sábado 27 de junio en el barrio de Altza, Donostia. 3 de julio en las fiestas de Usurbil, el 10 en Errota de Gasteiz, el 11 en Bidarrai y el 30 en Zubieta.

AUTOPRODUCCIÓN

«El disco, la grabación, el estudio, las copias... han sido un gasto muy grande y no hemos tenido ninguna aportación externa. Ha sido completamente autoproducido»

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«Pensamos que si haces un buen producto, con buen material, buen diseño, la gente se interesa. Si lo publicas con una portadita... la gente tirá más de emule, no se motiva»

«Indarrak batuz», camino de convertirse en un clásico

Mendeku Itxua han grabado parte de los sesenta minutos más completos que ha conocido el jevi metal clásico en los últimos años. Tan sólo con escuchar el inicio de «Gure ondarea», abriendo «Indarrak batuz», se intuye que lo que viene va a conformar un disco sobresaliente. Y las expectativas no fallan, pues la capacidad melódica que trasluce el corte de inicio, la pegada de cada instrumento, los generosos recursos para llamar la atención de cada propuesta, la tensión y relajo, de lo eléctrico a la pincelada acústica..., se mantienen título a título. Es una lástima no haber podido contar con ellos en un escenario como Kobetasonik, pues habrían demostrado que el metal vasco va más allá de los nombres más frecuentados, sin cuestionar, en absoluto, que dos formaciones tan brillantes como Idi Bihotz y Ekon estuviesen allí, pero Lauren Harris, por ejemplo, que haría mejor en dedicarse al pop que al jevi metal, podría haber dejado un hueco para canciones tan explosivas como la mencionada «Gure ondarea»; «Indarrak batuz»; «Halabeharrez II (buruaz beste)», con estampidas arrebatadoras; «Ametsak beltz»; «Herentziaren mendekua», uno de los muchos singles potenciales del álbum; «Izan genuena», delicada balada a la altura de la exigencia del género; «Trajedun munstroak», un himno; «Kaioa ustelak», con sus variaciones y estribillo; «Beraien legea», delirante y juguetona; «Itzalen kezka», de mechero y gasolina, o «Tortura». En resumen, 10, 11 ó 12 canciones impecables. P. C.

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