2.500 personas marchan en Bilbo para reivindicar el cierre inmediato de Garoņa
Bilbo fue escenario ayer de una marcha para exigir la clausura inmediata de la central nuclear de Garoña, en la que participaron unas 2.500 personas. «El cierre no es un drama ni es una excepción», subrayaron.
Agustín GOIKOETXEA
Alrededor de 2.500 personas reclamaron ayer a la tarde en las calles de Bilbo al Gobiernode Zapatero que deniegue la prórroga solicitada por Nuclenor para su planta nuclear en la localidad burgalesa de Santa María de Garoña, a escasos kilómetros de Euskal Herria. A la conclusión de la movilización -convocada por 39 organizaciones sociales, ecologistas, sindicales y políticas-, se incidió en que la clausura de la vieja central «representa más bien la normalidad».
Fue una de las reflexiones que se lanzaron al final de la manifestación, que partió y finalizó en la Plaza del Arriaga tras recorrer la calle Navarra, Gran Vía y la Plaza Moyua. La pluralidad de los colectivos convocantes se reflejó en pancartas y carteles que portaron los asistentes -por ejemplo, hubo quien equiparó a Garoña con la planta de coque que construye Petronor en Muskiz-, aunque las banderas con el sol antinuclear predominaron sobre el resto. No faltó la música a ritmo de batucada y las consignas reivindicando el cierre.
«Cansados de mentiras»
Ante el Teatro Arriaga, portavoces de los convocantes dieron las gracias a los participantes, por que «Garoña es una central nuclear vieja, caduca, insegura, peligrosa e innecesaria. Y que tiene que cerrarse ya, porque estamos cansados de mentiras y falsas promesas». Entre los argumentos «engañosos» que esgrimen los partidarios de la prórroga, citaron que vaya a haber una mayor dependencia de las centrales nucleares francesas. «Lo cierto es que el sistema eléctrico español es desde hace años exportador neto de electricidad, Concretamente en 2008 -resaltaron-, se exportó a Marruecos y Portugal el triple de la producción eléctrica de Garoña».
En la manifestación se pudo ver a veteranos de la lucha antinuclear en los años 70 y 80 y, en esta línea, se recordó las manifestaciones de quienes decían «o Lemoiz o volvemos a las velas. ¡Qué profetas, qué pitonisos! Lemoiz no se puso en marcha. No se puso en marcha desde entonces ninguna nuclear más. Hemos aumentado de forma desmesurada e irracional nuestro consumo eléctrico -lamentó- y las velas se han quedado para usos románticos».
Por la mañana, el Pleno del Consistorio bilbaino, con los votos en contra del PP, instó al Ejecutivo español a no prorrogar el permiso de explotación de la central burgalesa a Nuclenor.