GARA > Idatzia > Iritzia > Txokotik

Txisko Fernández Periodista

Amigos en el país de nunca jamás

La comodidad con la que los dirigentes del PNV se movieron por Madrid desde que aceptaron el estatus de «nacionalistas vascos moderados» dentro del marco impuesto en Euskal Herria durante la transición demócrata-franquista les convirtió en acomodadores de lujo para los nacionalistas españoles. Acomodadores que aceptaban las propinas estatutarias con tanta alegría que era imposible creer en un futuro en el que los burukides decidieran comprometerse en la incómoda lucha por la soberanía nacional de este país.

A día de hoy nada hace pensar que la mesa en la que se reúne habitualmente el EBB se esté escorando hacia el independentismo que proclaman sus estatutos originarios, pero da la impresión de que los sillones de Sabin Etxea ya no son tan cómodos. Y no lo son porque ahora sus «amigos para siempre» de Madrid han decidido quedarse con Ajuria Enea, con EiTB, con el rodillo parlamentario en Gasteiz, con la Ertzaintza y hasta con las propinas. A los burukides sólo les queda el derecho a la pataleta y, vista la comparecencia político-policial que presidió ayer Iñigo Urkullu, éste sí lo piensan ejercer sin pedir permiso a las Cortes Generales ni al Tribunal Constitucional. ¡Qué radicales!

Esta actitud, tragicómica desde el punto de vista de la política vasca, puede convertirse en una losa para quienes la están fomentando, porque es imposible que el PNV desande lo andado sin cambiar su estrategia de fondo, es decir, si no abandona su papel de sumiso acomodador de los intereses del unionismo español. No hace mucho tiempo tuvieron otra oportunidad de romper esas amarras, pero decidieron seguir viviendo en «el país de nunca jamás»: nunca jamás conseguiremos la independencia; nunca jamás nos echaremos al monte; nunca jamás nos moverán de Ajuria Enea...

Y mientras ellos seguían disfrazando de Peter Pan a sus lehendakaris, los demás nos dábamos cuenta de que nos hacíamos mayores y de que es mejor intentar cambiar esta incómoda realidad que conformarse con tener bonitos sueños que no nos conducen a ninguna parte.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo