El Partido Revolucionario Institucional (PRI) logró una importante victoria en las elecciones legislativas celebradas el domingo en México. 10 años después de que perdiera el poder, el partido que gobernó ininterrumpidamente México desde 1929 hasta 2000, vuelve con fuerza y podría recuperar la mayoría absoluta en el Parlamento.

Según los datos facilitados por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), al cierre de esta edición y con el 74% de los votos escrutados, el PRI obtendría el 35% de los votos. Los principales partidos de la oposición, el derechista Partido de Acción Nacional (PAN) y el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) obtendrían un 27% y un 12%, respectivamente.

El PRI gobernó en México durante siete décadas, la mayor parte de esa etapa como partido hegemónico hasta que en los comicios de 2000 el PAN le arrebatara la Presidencia. Por su parte el presidente y líder del PAN, Felipe Calderón, hizo un llamamiento a unir esfuerzos para recuperar el crecimiento económico del país, que atraviesa por una importante recesión.

Por su parte, el PRD, que ha registrado el mayor descenso en votos a nivel distrital, mantiene el control en la capital del país, que gobierna desde 1997.

Abstención

Aproximadamente un 60% de la población se ha abstenido en estos comicios legislativos. Asimismo, cabe destacar el incremento del voto nulo al duplicar los niveles promedio de las últimas seis elecciones. Tanto la opción del voto nulo como la de la abstención ha sido impulsada por diferentes sectores de la ciudadanía, como respuesta al descontento ante la trayectoria de la clase política mexicana en estos últimos años. Así, de acuerdo con los resultados preliminares, las entidades que han registrado mayor abstencionismo son Baja California, Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Michoacán y Quintana Roo.

Uno de los factores desencadenantes del desapego es la crisis financiera que actualmente atraviesa el país. Por otro lado los vínculos existentes entre el narcotrafico y el Gobierno han contribuido también al abstencionismo.

Consejeros y funcionarios electorales argumentan el aumento de votos nulos con la posible confusión de los electores ante las coaliciones parciales y totales en contienda, aunque reconocen la incidencia que ha podido tener la campaña política llevada a cabo a favor de esta opción electoral.