El partido de centro-derecha GERB, del alcalde de Sofía, Boiko Borissov, logró una victoria aplastante con el 39,7% de los votos en las elecciones legislativas búlgaras del domingo.

El GERB (Ciudadanos por un Desarrollo Europeo de Bulgaria), creado en 2006, dobló los resultados de las recientes europeas, desalojando así del poder a los socialdemócratas (excomunistas) del Partido Socia- lista del primer ministro saliente, Sergei Stanichev, que no logra más del 17,7% de los sufragios, la mitad de los que logró en las últimas generales.

El socio de los socialdemócratas en el Gobierno, la minoría turca del MDL, logró el 14,47% de los votos, mejorando ligeramente sus anterioresa resultados. Parco consuelo para el Movimiento para los Derechos y Libertades (MDL), que pese a ganar cuatro nuevos escaños (sumará 38 en un Parlamento de 240) será relegado a la oposición por primera vez en los últimos 8 años.

Bulgaria es el país de la Unión Europea con mayor proporción de población musulmana (un 12%, la inmensa mayoría turcos étnicos, seguidos de pomaks o búlgaros islamizados y romaníes).

El MLD, que cuenta entre su electorado con un 83% de campesinos, ha movilizado su voto frente a los ataques del GERB, que ha liderado junto con otras formaciones de derecha una campaña anti-turca.

Los prejuicios contra esta minoría subsisten en Bulgaria, que sufrió cinco siglos de dominación otomana. El comunismo llevó a cabo una política de asimilación transfor- mando los nombres turcos en búlgaros.

Acusado de corrupción y de haber creado un «estado dentro de un estado», el líder del MDL, Ahmed Dogan, aseguró ayer que «no tenemos miedo de pasar a la oposición».

El MDL no dudó en participar en los dos últimos gobiernos, el del ex rey Simeón II y el del socialdemócrata Stanichev.

Precisamente el antiguo monarca presentó ayer su dimisión al frente de su partido, el liberal MNSP, que con un 3% escaso de votos, quedará fuera del Parlamento.

El MNSP, que llegó al poder en 2001 aupado en una ola de entusiasmo por el retorno del exilio del otrora monarca, fue vencido en las legislativas de 2005 por los socialdemócratas, lo que no impidió que participara con ellos en el Ejecutivo de coalición que coincidió con la entrada de Bulgaria en la Unión Europea.

«Hay otras formas de servir al país», señaló lacónico Simeón II tras su anuncio.

Por contra, el primer ministro electo, Borissov, anunció que «nuestro objetivo es formar Gobierno cuanto antes en este período extremadamente difícil para Bulgaria», el país más empobrecido de la UE y asolado en los últimos tiempos por la crisis global.

Fácil coalición

Los analistas apuntan a que su socio preferente será la Coalición Azul, coaligada con el GERB en el seno del Grupo Popular Europeo. El último gobierno de derecha en Bulgaria, de 1997 a 2001, fue dirigido precisamente por Ivan Kostov, uno de los líderes de la Coalición Azul, que pese a todo sufrió un importante varapalo electoral al lograr un 6,73% de los votos (15,53% en 2005).

No obstante, al GERB le sobran pretendientes. Tanto los panbúlgaros de Ataka (9,37%) como los populistas de Orden, Legalidad, Justicia (RZS), con un 4,13%, se han mostrado dispuestos a sostener un Gobierno de derecha.

«Los únicos que deben tener miedo son los que han robado», señaló el alcalde de Sofía en referencia al Gobierno socialdemócrata saliente acusado de corrupción masiva.

Como muestra del descalabro electoral de los «socialistas», éstos no han logrado ninguno de los 31 escaños elegi- dos según un escrutinio mayoritario. El resto, 209 escaños, son distribuidos según un sistema proporcional.