CRíTICA jazz
Pquito D´Ribera lo tuvo clarinete
Pablo CABEZA
En una de las cafeterías próximas a la carpa alojada en la plaza Biotz Alai y que sirve de encuentro con el mundo del jazz, un individuo le comenta a su compañero que no sabe dónde, pero que ha oído que muy cerca de donde estaban se había montado una carpa donde iban a actuar los toreros Paquito de Rivera y un tal Tano Domínguez. El compañero le explica al individuo que está equivocado, que lo que hay es un festival de música rara, con piano, y que esos son dos músicos y no dos toreros. El individuo se moja el gaznate con un buen trago y con mueca de desaprobación comenta: «pos me han joio».
Cierto, a pocos metros del local de copas, la carpa de la trigésimo tercera edición del Festival Internacional de Jazz de Getxo se prepara para aplaudir la salida a escena de Chano Domínguez Quartier Latin, que se convertiría en quinteto posteriormente al aparecer el simpático Paquito D'Rivera. Carpa llena, completita, y la impresión, luego confirmada, de que iba a ser noche de muchos aplaudidores.
La presentadora del festival anuncia que «nada mejor para despedir el festival de jazz que la mezcla de jazz latino y flamenco», a lo que un aficionado de los de todos los días, responde: «será para ti». Aparece en escena Chano y compañía y el sujeto de polo azul y pantalón corto, que no aplaude, o casi, porque termina dando dos palmadas como diciendo, «que lo uno no quita lo otro»; es decir, la educación.
Chano, el pianista gaditano, saluda con un «Gabon denori» y prosigue: «Es un placer volver a este escenario, son ya varias décadas en las que tengo el placer de estar aquí». Segundos después, presenta a la banda: Sr. Mario Rossy al contrabajo, el Sr. Marc Ribalta a la batería y el Sr. Israel Suárez «El Piraña», a las percusiones, ignorando que si se dice nombre y apellido lo correcto es Sr. D. Siempre, Señor (Sr.) para el apellido, Don (D.) para el nombre y ambas utilidades de cortesía para nombre y apellido.
Tras el primer contacto musical, los aplaudidores se lanzan con cada intervención. Una vez más, sin otros argumentos que «aquí van aplausos» y «yo me lo vengo a pasar bien», a lo que no hay nada que objetar, o casi. Concluida la entradilla, aparece en escena el cubano Paquito D'Rivera, con su clarinete y su saxo, que es recibido como un héroe. Paquito es simpático, de natural, y lo expone desde el inicio. «Gabon Getxo. Aunque si me invitaran más veces aprendería más euskera», sonrisas entre el público y tirada indirecta a la organización. «A ver si les convencemos a ustedes esta noche de que tienen que comprarse nuestro DVD mañana», expele mientras ríe el público. «Yo estudié música en una escuela de políticos, así que digo una cosa y toco otra», carcajadas. Señala a uno del público de las primeras filas y espeta: «Claro, si es que este bebe y me afecta a mí», más carcajadas... Los del Ave María purísima se preguntan ya mosqueados si habrá concierto de jazz o qué. Habrá jazz, sí, pero también más «o qué».
Paquito entra en materia, por fin, y explica que el siguiente tema es un recuerdo para el gran Dizzy Gillespie y se arranca con un exuberante bolero teñido por la sonoridad del clarinete. Al final, implica al público para que jueguen con un fraseado suyo y canten «Salpico, salpico». «Esto es euskera, eh, que lo sepan», matiza. Llega una rumba de Chano, el público entregado, los aplaudidores que salen del armario a bandadas, y fiesta a tope. D'Rivera explica que el próximo tema es también «del DVD que ustedes van a comprar mañana, pero si no lo encuentran, no se preocupen: compren todo lo que haya de nosotros», y surgen de nuevo las risas.
Transcurre el tiempo, nada espectacular, todo muy de festival y alegría. Paquito ataca explicando como en el teatro Real de Madrid, donde grabaron el famoso DVD, había unos decorados de la ópera «La bohème», de Giacomo Puccini , y aquí matiza como Puccini era cubano, Pucho López... Delirio en el público y nacen unas improvisaciones sobre un aria de «La bohème».
Chano presenta un tema dedicado a su padre, «A mi padre», no especialmente creativo y prosigue una noche entre rumbas, gracias, jazz latino, escaso riesgo y comodidad. El cóctel necesario para que la mayoría disfrute de la velada y quiera más en el futuro, pero así, ligerito.
El resumen de los cinco días es positivo para el espectador, pero no tan claro para los aficionados recios al jazz, que encuentran demasiadas concesiones en los artistas principales, cada vez más envueltos en el aire relajado y festivo de este tipo de citas, donde el artista se preocupa más de agradar que de arriesgar. En este estado de equilibrios nos llamaron la atención las propuestas de Omar Sosa y Michel Camilo, un frenesí. Syro Gyra lo esperado, sin engaños. Y por debajo de lo previsible, Schuur y Paquito y Chano.
Artista: Paquito D'Rivera & Chano Domínguez Quartier Latin.
Fecha: Domingo 5 de julio.
Lugar: Plaza Biotz Alai de Algorta. Getxo.
Asistencia: Aforo completo, alrededor de 1.200 personas.