El mismo día en que se cumplía un año desde que José Diego Yllanes diera muerte a la joven irundarra Nagore Laffage, cientos de personas se concentraban ayer en Irun arropando a la familia y exigiendo justicia. Entre las personas que se dieron cita ante al Ayuntamiento irundarra asomaban rostros conocidos de representantes institucionales, así como de organizaciones feministas.

La muerte de esta joven de 20 años en plenos sanfermines iruindarras causó una gran conmoción tanto en Irun como en la capital navarra y han sido numerosas las protestas desarrolladas desde entonces en denuncia de esta muerte. Al igual que ayer lo hicieran en Irun, el sábado se celebró otra concentración en Iruñea y el domingo otra en Olondroitz, lugar en el que hallaron el cadáver de Laffage.

El juicio oral por esta muerte está previsto que arranque el próximo septiembre.

Cinco en lo que vamos de año

Desde que se iniciara este año, han sido cinco las mujeres vascas que han perdido la vida a causa de la violencia machista. La baionarra Marie Laurence Canicas fue la mujer que tuvo el triste honor de iniciar esta lista. Canicas falleció el 12 de enero en la capital labortana, después de que su pareja prendiera fuego a su vivienda.

En marzo fueron dos las mujeres que perdieron la vida a consecuencia de las palizas propinadas por sus parejas. El 23 de marzo era Milagros Salazar quien fallecía en Gasteiz. Esta mujer de 38 años falleció dos días después de que su marido, del que había huido meses antes con sus tres hijos, se presentara en la casa donde residía y la agrediera. María Izaskun Jiménez falleció en Gernika tan sólo un día después, a consecuencia de las heridas que le produjo su marido tras agredirla con una navaja en el domicilio familiar.

La vecina de Ituren Yamiled Giraldo fue acribillada a tiros en Cordovilla, al parecer por testificar en un juicio por abusos sexuales. La irundarra Yasmin Zamira Rodríguez es la quinta mujer muerta a causa de la violencia sexista en lo que va de año.

Hace escasos días, además, La Policía Foral encontró los restos del cuerpo sin vida de María Puy Pérez, desaparecida desde el 11 de octubre de 2008, después de que su ex pareja declarase que la enterró.

La muerte de estas mujeres es, sin embargo, la consecuencia más trágica de la violencia sexista, pero por desgracia no la única. En lo que va de año se podrían contabilizar en cientos las agresiones sexuales y sexistas, como violaciones o palizas, sufridas por las mujeres del país.