Como suele ser habitual en este tipo de etapas, la alegría de algunos equipos contrastaba sobremanera con la desilusión de otros favoritos que dejaron en el camino más tiempo del deseable. Mientras el conjunto Astana al completo se congratulaba de su magnífico trabajo, con Lance Armstrong a la cabeza, corredores como Evans o Menchov se vieron relegados a posiciones muy traseras en la clasificación general.

Lance Armstrong, segundo de la general, aseguró en declaraciones posteriores a la contrarreloj que no vestir el jersey de líder no le quita el sueño y que muchos de sus rivales «ya tienen muy difícil ganar el Tour». El corredor volvió a insistir en que sus aspiraciones son «máximas» y que el Astana puede tener «dos líderes, y lo será de hecho el más fuerte, o el que tenga más experiencia y confianza del equipo». Armstrong, vaticinó que «la carrera será excitante hasta la cima del Ventoux», etapa situada en la víspera de la llegada a París.

Felicidad frente a resignación

El director del Astana, Johan Bruyneel, declaró que el triunfo de su formación en la contrarreloj por equipos servirá para acallar a los que dicen que no funcionan «como un bloque» y quiso incidir en que cumplieron el objetivo de lograr «la máxima diferencia» sobre sus rivales de cara a la general, si bien tuvo que hablar con Alberto Contador, quien se encontraba algo molesto con la estrategia del equipo.

Igor González de Galdeano, en calidad de director deportivo del Euskaltel Euskadi, mostró su satisfacción por el «gran resultado» obtenido en «una cita muy importante», lo que les ha infundido «mucha moral». Destacó los frutos de la preparación en la especialidad, la labor del grupo y el décimo puesto a 2.10 del vencedor.

Cadel Evans, en cambio, reconoció que «no tenemos un equipo preparado para este tipo de pruebas, hay ciclistas muy jóvenes a los que veía preocupados porque no querían decepcionarme, porque saben que yo soy un especialista en la contrarreloj. Además, no podíamos correr riesgos y eso nos ha hecho perder más tiempo. No hemos tenido suerte. No es una prueba a la que estemos habituados».

Por su parte, el jersey amarillo

Fabian Cancellara, del equipo Saxo Bank, remarcó que «se respetó lo que se había decidido y que en los últimos kilometros no fue a bloque, sino que siguió al igual que en el resto de la crono, tranquilo».

Para concluir, recoger las palabras de Mark Cavendish, corredor del Columbia, quien resaltó «no estar decepcionado», toda vez que, siendo la primera parte del trazado muy técnica, «lo importante era que lo superara todo el equipo en bloque».