GARA > Idatzia > > Kultura

La televisión inmortaliza el último adiós a Michael Jackson

Previsto para ser el acontecimiento más visto de la historia de la televisión, el Staples Center de Los Ángeles rindió ayer homenaje a Michael Jackson, con un último adiós en unas exequias fúnebres dignas de un emperador y comparadas en su país en expectación a la causada por la llegada de Neil Armstrong a la luna o el asesinato de Kennedy. Una vez enterrado el cuerpo del genial y polémico artista, nacerán y se prodigarán después las leyendas sobre el mito.

Anartz BILBAO | BILBO

Doce días después de su repentina muerte, el cuerpo de Michael Jackson fue por fin enterrado ayer, según la mayoría de fuentes de comunicación estadounidenses (la familia no hizo pública su intención), tras un funeral privado y una multitudinario homenaje público que la televisión de los EEUU, acostumbrada a convertir en espectáculo este tipo de luctuosos eventos, retransmitió para todo el planeta.

La familia del ya mítico artista realizó ayer un sepelio privado -donde asistieron entre un centenar y un millar de allegados y que comenzó con media hora de retraso- en el Hall of Liberty del exclusivo cementerio Forest Lawn Cemetery de Hollywood, donde descansan los restos mortales de conocidas estrellas del celuloide como Humphrey Bogart o Bette Davis, y donde se prevé que descansará eternamente Michael Jackson, aunque otras fuentes apuntan a que será incinerado para poder esparcir sus restos por Neverland, como parece que era el deseo del artista. Opción sin embargo descartada por problemas legales que desconocemos.

Tras la ceremonia, prevista para las 8.00 de la mañana hora local y las 17.00 hora de Euskal Herria, la comitiva fúnebre, con los familiares en una docena de Roll Royce oscuros escoltados por la policía entre calles cortadas a su paso, se desplazó hasta el Staples Center, distante en 20 kilómetros, recinto deportivo donde juegan al baloncesto Los Ángeles Lakers preparado para acoger el último adiós a Michael Jackson, en un memorial público previsto para las 19.00, hora de Euskal Herria.

Un Staples Center con capacidad para alrededor de 11.000 espectadores, a los que había que sumar los 6.000 que se encontraban en el teatro Nokia adyacente, donde el escenario se encontraba rodeado de coronas de flores y dominado por un cartel gigante con la foto de Michael.

Contrariamente a lo idea inicial de la familia, el féretro con los restos mortales del artista viajó también hasta el escenario del Staples Center, donde fue recibido por un coro gospel, siendo esta la última aparición de Jackson con cuerpo presente sobre un escenario, en un suntuoso ataud dorado (¿oro macizo?), forrado de terciopelo azul y cubierto de rosas rojas, similar al que utilizó James Brown y valorado en 25.000 dólares.

En una ceremonia de aproximadamente hora y media de duración, retransmitida por televisión a todo el mundo y con una previsión de entre 750 mil y un millón de espectadores, ha destacado la participación de artistas afro-americanos, como Stevie Wonder, Mariah Carey o Usher, o de reverendos como Al Sharpton y Martin Luther King III, así como de deportistas como Kobe Bryant. La dirección del espectáculo estaba al cargo del coreógrafo Kenny Ortega, encargado de preparar junto a Michael sus conciertos veraniegos en Londres, y de la coordinación se ocupó el productor Ken Ehrlich, conocido por espectaculares producciones como la entrega de los premios Grammy.

El evento comenzó con las palabras de Smokey Robinson, quien leyó en público los mensajes escritos para la ocasión por Diana Ross y Nelson Mandela. Después, y antes de las participaciones musicales, un video repasó el legado audiovisual y musical de Michael Jackson.

Sin embargo, no todo fueron parabienes para el homenaje público de ayer, y la gran amiga personal del artista Elizabeth Taylor, por ejemplo, aseguró que no estaba dispuesta a participar en él, por considerarlo un circo, lo que supone una crítica a cómo la familia de Michael está gestionando el último adiós del artista. Por su parte, Deborah Rowe, madre de los dos hijos mayores de Michael, tampoco partició ayer del memorial.

Expectación inusitada

El memorial espectáculo público de Michael Jackson, preparado por su familia y por la organización de los conciertos que tenía previsto ofrecer el artista este verano en Londres, fue retransmitido a todo el mundo por infinidad de cadenas de televisión, con una previsión de en torno a 750 y un millón de espectadores, hito nunca conocido hasta la fecha. Sin embargo, 8.750 personas recogieron el lunes dos entradas gratis sorteadas por la organización para que los fans del mito pudieran vivir in situ la ceremonia de despedida en el Staples Center. Más de 1.600.000 fueron las solicitudes recibidas en Internet para tal efecto, aunque se anunció después que la picaresca tasaba en 10.000 dólares el precio de la reventa en Internet.

Por su parte, la Policía de Los Ángeles, que desplegó ayer un contingente de 3.200 miembros sin precedentes hasta la fecha, había solicitado a la gente sin entrada que se abstuviera de acudir a las inmediaciones del recinto deportivo y que vieran el memorial por televisión. Aún así, esperaban de 700 mil a un millón de personas en los aledaños del Staples Center, aunque finalmente fue menor de la esperada la presencia de aficiona dos, en torno a 50.000 a la horade comenzar el evento. Las medidas de seguridad eran tan extremas y la expectación tanta que incluso se cerró el espacio aéreo en un kilómetro y medio a la redonda del pabellón por debajo de los 2.500 pies, para evitar accidentes de los numerosos helicópteros alquilados por diversos medios de comunicación.

El evento también fue seguido en directo por una cifra récord por Internet.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo