El PP abronca al PSE por dar largas a su moción de censura
El PP no reprimió ayer sus muestras de enfado ante las noticias de que el PSE decidió la noche del jueves que por el momento no ve motivos para la presentación de una moción de censura al PNV en la Diputación de Araba. Antonio Basagoiti advirtió de que el cambio «hay que hacerlo de verdad» y «es incompatible con mantener al PNV en las instituciones».
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Los «tres tenores» del PP de la CAV -su presidente, Antonio Basagoiti, su secretario general, Iñaki Oyarzábal, y su diputado mejor colocado en Madrid, Alfonso Alonso- reaccionaron con irritación desde la mañana a la noticia de que la noche del jueves el PSE decidió que «por ahora» no hay motivos para presentar una moción de censura a Xabier Agirre en la Diputación de Araba.
Según informó ayer «El Correo», Patxi López reunió a Rodolfo Ares, a los principales miembros de la ejecutiva alavesa, con Txarli Prieto a la cabeza, al presidente del Senado, Javier Rojo, y al ahora eurodiputado Ramón Jáuregui para llegar a la conclusión de que el PNV no ha dado todavía motivos para castigarle con el desalojo de la Diputación de Araba. El lehendakari ha mantenido siempre que el futuro de Xabier Agirre dependería de cómo utilizara el PNV su poder en las tres diputaciones.
El PP viene reclamando que la misma «generosidad» que ellos demostraron apoyando la investidura del lehendakari debería ser devuelta por el PSE aupando a Javier De Andrés a diputado general de Araba. Sin embargo, desde un principio, voces del PSE, entre ellas la de Jáuregui, han apuntado que eso daría una imagen excesiva de frentismo. Además, hace años que las relaciones del PSE con el PP en Araba son malas, mientras que con el PNV mantiene una buena colaboración, lo que ha llevado al alcalde de Gasteiz, Patxi Lázcoz, a mostrarse en contra de la moción que le dejaría sin apoyo del grupo municipal jeltzale y en manos de un PP que le presentó una querella.
Situación «incompatible»
Conocida la decisión del PSE, el presidente del PP de la CAV, Antonio Basagoiti, apuntó que «es incompatible el cambio político con mantener al PNV en las instituciones». En cualquier caso, Basagoiti tiene que mantener un equilibrio entre su apoyo al nuevo Gobierno autonómico y la defensa de sus intereses partidistas. Tras afirmar que el PP mantiene «muy orgulloso» el acuerdo con el PSE, advirtió de que «quien puede poner en riesgo ese cambio es quien no tiene claro que también tiene que llegar a la Diputación alavesa».
El secretario general del PP, el alavés Iñaki Oyarzábal, fue algo más duro y habló de que el PSE mantiene «una alianza con el PNV para dejar fuera de las instituciones al PP», aunque añadió que seguirán trabajando para convencerle de la necesidad de la moción de censura.
El ex alcalde de Gasteiz y diputado, Alfonso Alonso, por su parte, pidió al PSE que «reflexione, porque si quieren que el cambio tenga futuro en el País Vasco no es aceptable mantener una situación del pasado».
El PNV concretó ayer los términos de su pacto para la estabilidad presupuestaria e institucional, e instó al resto de partidos a responder «en el plazo más breve posible» para iniciar las negociaciones, y consideró «un ejercicio de irresponsabilidad» que el partido de Patxi López rechazara su oferta.
Fue el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, el encargado de detallar públicamente la propuesta aprobada el lunes por el EBB, que se concreta en la búsqueda de un consenso entre los partidos, en base a siete objetivos, para que el conjunto de instituciones vascas actúen de forma coordinada. Si hubiera acuerdo, cada formación votaría a favor de los presupuestos en todas y cada una de las instituciones y se comprometería a «no boicotear ni impedir» su puesta en práctica.
El PNV incide también en la necesidad de definir debidamente «un catálogo de servicios sociales y su financiación sostenible», además de delimitar las responsabilidades competenciales del Gobierno de Lakua, diputaciones y ayuntamientos.
Pese a que el ámbito previsto inicialmente por los jeltzales para este acuerdo sería el de las instituciones de la CAV, el PNV anuncia que «se reserva la opción de ampliar esta propuesta a otros ámbitos institucionales por las mismas razones expuestas» para Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Esto supone que, como avanzó el jueves Urkullu, la propuesta podría ampliarse a los presupuestos generales del Estado. En todo caso, Urkullu quiso diferenciar los «ámbitos institucionales» -aunque otros años han ido unidos- de forma que, aunque Patxi López rechace el acuerdo, podría intentar buscarse un consenso en Madrid, en favor siempre, dijo, «del bienestar de los vascos».
Formalmente, el PNV asegura que su oferta es independiente de lo que ocurra finalmente con la Diputación Foral de Araba, pero el texto recoge expresamente la advertencia de que «cualquier convulsión generada por el interés político partidario pondrá este escenario de confianza y estabilidad institucional en franca dificultad, impidiendo un entendimiento que la ciudadanía reclama con insistencia y que, por responsabilidad, no podemos desatender».
Pese a todo, Urkullu insistió en que su propuesta no es «tacticista y cortoplacista y de interés partidista», y aseguró que su partido está «más allá de lo que es la situación coyuntural de un gobierno u otro, de un color o de otro color».
I.I.
1 Sostenimiento de los servicios sociales.
2 Apoyo a los sectores económicos en crisis para fortalecerlos en empleo y actividad empresarial.
3 Mantenimiento de un nivel adecuado de la inversión pública como tractor de la economía.
4 Establecimiento, si fuera el caso, de fondos de recursos públicos excepcionales para nuevas necesidades, con riesgo compartido y el actual esquema de reparto.
5 Consenso amplio en relación a la fiscalidad, acordado en los órganos institucionales comunes.
6 Lealtad institucional basada en el respeto a los ámbitos competenciales, la subsidiaridad y la eficacia.
7 Definición de la transferencia de Políticas Activas de Empleo.