Además de la muerte de Daniel Jimeno, el toro «Capuchino» empitonó ayer a otros tres corredores, en un encierro en el que también hubo otros seis heridos por traumatismos. Los tres corneados fueron trasladados al Hospital Virgen del Camino, pero ninguno de ellos presentaba heridas de gravedad.

Se trata en concreto de L.C., un argentino de 24 años que recibió un puntazo en el hemitórax izquierdo, en el tramo de Mercaderes; A.S.O., londinense de 20 años que fue corneado en el muslo izquierdo en el tramo entre la calle Estafeta y el callejón, y el sevillano C.G.C., de 27 años, que fue empitonado en el muslo derecho cuando corría en la zona del callejón.

En el Hospital de Nafarroa fue atendido E.S.P., un estadounidense de 61 años de edad que sufrió un traumatismo torácico severo en el tramo de la calle Mercaderes. Ayer por la tarde continuaba atendido en la UCI, en estado grave.

También fueron atendidos en este mismo centro hospitalario otros tres corredores por diversas contusiones. Se trata de V.S., de 49 años y vecino de Iruñea, que sufrió un traumatismo craneal en el tramo de la calle Mercaderes; I.R.A., de 32 años y vecino de Lizarra, que presentaba una herida en el pabellón auricular derecho producida en la calle Estafeta, y J.A.O., de 31 años y vecino de Iruñea, que sufrió diversas contusiones cuando corría en la calle Mercaderes.

Los otros tres atendidos en Virgen del Camino no presentaban heridas de gravedad. Se trata de F.A.C., de 39 años y vecino de Iruñea, con contusiones leves producidas en la Plaza del Ayuntamiento; R.R.C., de 30 años y vecino de Cuenca, que sufrió una contusión en su mano derecha cuando corría en Santo Domingo, y K.L., estadounidense de 63 años, que tenía una luxación en el codo derecho tras sufrir una caída en la calle Estafeta.

Carreras veloces

Los toros de la ganadería de Jandilla traían fama de veloces, y así lo demostraron de nuevo en el encierro de ayer. Salvo «Capuchino», el toro que se quedó rezagado, el resto de la manada cubrió el trayecto hasta la Plaza de Toros en dos minutos. Las carreras más vistosas se produjeron en la calle Estafeta, donde los cinco toros negros marcharon en fila india durante gran parte de este tramo, con los cabestros por delante.

Por detrás de ellos quedó «Capuchino», rezagado desde la Plaza del Ayuntamiento. El hecho de perder contacto visual con el resto de la manada hizo que se despistase una y otra vez, sin saber hacia dónde ir. Esto hizo que lanzase numerosos derrotes contra los mozos, sobre todo en el callejón, donde volteó a un joven de forma aparatosa y luego intentó cornearle en el suelo.

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La manada sube la cuesta a gran velocidad y de forma compacta, con los cabestros en cabeza y los morlacos juntos. Aunque se produjeron bastantes caídas, no hubo ningún intento de empitonamiento.

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El toro colorado, de nombre «Capuchino», se adelanta a la manada y entra con unos metros de ventaja en la Plaza del Ayuntamiento, donde lanza sus primeros derrotes contra un grupo de corredores.

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«Capuchino» se queda rezagado y el resto de la manada prosigue su veloz galopada por la calle Mercaderes. Al tomar la curva de la Estafeta algunos toros chocan contra el vallado pero no llegan a caer.

3

4.30 minutos

Tramo Atendidos Traslados

St. Domingo 11 00

Ayuntamiento 5 1

Mercaderes 7 4

Estafeta 6 00

Telefónica 14 5

Plaza de Toros 5 00

TOTAL 48 10

Alcance de los trasladados

Heridos por asta de toro 4

Por contusiones 6

TOTAL 10

2

3

Traslados por asta de toro 5

Traslados por contusiones 19

TOTAL 24

Jandilla (Badajoz)

4

Herido por asta de toro

6

5

Con los cabestros marcando el ritmo, la manada sube veloz la calle Estafeta. Los pequeños huecos que se abren entre los toros son aprovechados por los corredores más decididos para introducirse en el grupo.

4

El toro rezagado llega totalmente despistado al tramo entre Estafeta y la Plaza de Toros. En el callejón se vuelve varias veces y empitona a tres corredores, uno de ellos Daniel Jimeno.

5

Casi dos minutos y medio después de que la manada estuviera en los corrales de la Plaza de Toros hizo su entrada el morlaco rezagado, lo que prolongó la duración del encierro hasta cuatro minutos y medio.

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