San Fermin 2009
«Encumbrado» fue el más veloz en una carrera meteórica
El octavo y último encierro estuvo marcado por la fulgurante carrera de «Encumbrado», un toro de la ganadería de Núñez del Cuvillo que realizó gran parte del recorrido en solitario y sacó una gran ventaja al resto de la manada. A pesar de que arrolló a varios corredores, no hubo ni un solo empitonado, aunque sí cuatro heridos por golpes y esguinces.
Iñaki VIGOR |
El toro «Encumbrado» parecía convencido de que el encierro era una carrera de velocidad pura, porque el ritmo que puso a su galopada asombró a todo el mundo. De hecho, los entendidos aseguran que en la historia reciente de los sanfermines sólo ha habido un toro más veloz que éste, ya que hizo todo el trayecto en menos de dos minutos.
El encierro de ayer registró menor número de corredores que en días anteriores, y la manada encontró menos obstáculos en su marcha. Desde la misma salida de los corrales de Santo Domingo, los astados de Núñez del Cuvillo enfilaron veloces la cuesta y provocaron buen número de caídas.
En este tramo los servicios de la Cruz Roja realizaron atenciones a cinco mozos, uno de los cuales hubo de ser trasladado al Hospital Virgen del Camino con un esguince de rodilla. Se trata de A.H.O., de 33 años de edad y ciudadano del Estado francés que reside en Gernika. Ayer por la tarde su evolución era bastante satisfactoria.
Fue a partir de la Plaza del Ayuntamiento cuando «Encumbrado» aceleró su galopada y comenzó a destacarse del resto de la manada. A su paso por la calle Mercaderes arrolló a varios corredores, de los que seis recibieron atención sanitaria en la misma calle. Dos de ellos fueron trasladados al Hospital de Nafarroa. Se trata del escocés de 50 años G.G., a quien se le diagnosticó un trauma craneoencefálico de pronóstico leve, y del estadounidense C.M., de 35 años, que presentaba fractura de tobillo, con pronóstico menos grave.
Lejos de aminorar su velocidad, ese primer toro adelantado fue incrementando su ritmo y abriendo cada vez más hueco con respecto a los demás astados. Al tomar la curva de Mercaderes con la calle Estafeta dio un gran susto a varios mozos, que acabaron en el suelo. Cuando uno de ellos intentaba reincorporarse se encontró a sus espaldas con el resto de la manada. Un toro estuvo a punto de cornear a ese mozo caído, pero no lo hizo por escasos centímetros. Otros mozos que estaban junto a él fueron volteados y pisoteados por morlacos y cabestros, mientras «Encumbrado» proseguía su galopada por la Estafeta.
En esta calle varios corredores intentaron mantener el ritmo de este primer toro, pero todos ellos fueron superados por velocidad. Uno de ellos resultó atropellado por el burel y acabó cayendo a los adoquines de forma aparatosa. Ese corredor fue uno de los dos atendidos por la Cruz Roja en la Estafeta. En este tramo el joven de 18 años F.J.A.F., natural de Zaragoza, sufrió un esguince de tobillo y hubo de ser trasladado al Hospital Virgen del Camino.
Por detrás marchaba la manada de morlacos y cabestros, compacta y veloz, pero cada vez más distanciada de «Encumbrado». Este toro negro mulato de 510 kilos de peso provocó bastantes caídas en el tramo de Cortes de Navarra, donde la Cruz Roja hubo de atender a 16 mozos. Luego se presentó solitario en el redondel y enfiló directo a chiqueros, marcando el mejor tiempo de los encierros de este año. Más complicada resultó la entrada al coso de la manada, ya que uno de los toros cayó junto al albero y un corredor que iba cerca de él perdió el equilibrio sobre los lomos del astado. Varios mozos más también cayeron en el callejón y en la entrada al ruedo, pero los toros no hicieron por ellos y prefirieron dirigirse a los corrales.
Dos corredores siguen en la UCI
En lo que se refiere a encierros anteriores, todavía continúan en la UCI los dos corredores heridos muy graves el día 12. Se trata del iruindarra Pello Torreblanca, de 43 años, que sufrió dos cornadas en el tórax y en el muslo, y José María García, de 56 años y vecino de Calahorra, que fue corneado en el cuello. La evolución de ambos sigue siendo favorable.