La elección de la txupinera de Aste Nagusia 2009 no escapa a la utilización política ni después de que la Comisión Mixta de Fiestas ratificará ayer al mediodía a la comparsera de Eguzkizaleak Sonia Polo. En la reunión, Bilboko Konpartsak, al igual que lo ha hecho desde 1978, puso sobre la mesa el nombre de su candidata, que se conoce desde mediados del mes de junio.

El edil del PP, Carlos García, que pretendió bloquear la designación de Polo desde la comisión del 1 de julio y fue quien filtró la noticia a los medios de comunicación de obediencia española, insistió en que Polo no podía ser txupinera por ser hermana de un preso político vasco y por participar en iniciativas en defensa de sus derechos y visitarle en prisión. García se quedó sólo ya que el edil del PSE Goyo Zurro y el de EB Jon Sustatxa, aun poniendo reparos a que la comparsera de Eguzkizaleak se enfunde la casaca roja de txupinera por su condición de familiar de un represaliado, manifestaron que la asumían para cumplir con la norma fijada hace tres décadas de que sean las comparsas quienes propongan a la candidata.

Los vocales de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo y de los colectivos de discapacitados no pusieron ningún reparo, al igual que tampoco el PNV. Los jeltzales, tal y como ha venido defendiendo el alcalde, aceptaron la elección de Sonia Polo, al considerar que «no podemos estar todo el día en una caza de brujas. De lo contrario, estaríamos prostituyendo lo que es la libertad y la democracia».

Pocas horas después de que la designación fuera firme, el portavoz del PSE en el Consistorio bilbaino, Txema Oleaga, emitió un comunicado en el que consideró que Polo «no es la persona idónea» para lanzar el txupin que dé inicio a Aste Nagusia el 15 de agosto, a las 19.00, desde el balcón del teatro Arriaga. El corporativo, al contrario de lo expuesto por su compañero Goyo Zurro en la comisión de fiestas, aventuró una «clara instrumentalización política que han buscado con la designación» de la comparsera de Eguzkizaleak.

Una interpretación defendida por el PP y que ahora rescata el PSE para arremeter contra el alcalde, Iñaki Azkuna, y su partido. Oleaga retoma argumentos accesorios empleados por el PP para tratar de condicionar la elección de la txupinera, hecho insólito en la historia de Aste Nagusia, como la supuesta oposición de Sonia Polo al TAV. «Recordamos la relación que mantiene con un grupo ecologista afín a la plataforma AHT Gelditu!, contraria al Tren de Alta Velocidad, que se ha negado, en repetidas ocasiones, a condenar el uso de la violencia contra este proyecto», señaló.

El PSE propuso la convocatoria de una junta de portavoces para tratar de revocar la decisión de la Comisión Mixta de Fiestas, que no salió adelante. Justificó la petición, en que la Comisión «es un órgano consultivo y es el equipo de gobierno el que asume o no sus propuestas y quien tendrá que adoptar las medidas oportunas».

Así, instó a PNV y EB, que comparten tareas de gobierno en el Ayuntamiento bilbaino, a que actúen para que Sonia Polo no sea txupinera. «En coherencia con la política marcada por el nuevo Gobierno Vasco de anular y acabar con todos los espacios de impunidad y de propaganda del terrorismo en nuestros pueblos y ciudades, los socialistas bilbainos creen que Aste Nagusia es un escenario clave donde se debe visualizar esta actitud», subrayó Txema Oleaga.

Esta declaración se produce pocas jornadas después de que Cristina Ruiz, portavoz del grupo municipal del PP, dijese que el equipo de Azkuna se había «resignado» al aceptar la elección de Polo y suponía «un éxito para ese mundo -en referencia a la izquierda abertzale- ahora que están perdiendo espacios de representación». Asimismo, la concejala incidió en que el bloqueo a la designación de la integrante de la comparsa Eguzkizaleak no era ninguna «caza de brujas» sino un gesto «de cultura democrática».