Cerca de dos mil ganaderos con unos doscientos tractores y algunas vacas se manifestaron ayer ante la sede de la Eurocámara en Estrasburgo, coincidiendo con la elección del nuevo presidente de la misma. «Ha sido una de las movilizaciones más fuertes a nivel europeo del sector de la leche», explicó a GARA Andoni García, presente en la marcha en representación del sindicato agrario EHNE.

La protesta, convocada por la Coordinadora Europea Vía Campesina y European Milk Board, asociaciones que agrupan al sector lácteo, reunió a productores de Euskal Herria, Alemania, Estado francés y español, Portugal, Bélgica, Italia o Suiza. Todos ellos denunciaron que el mercado lechero está viviendo una «situación catastrófica» por la liberalización del sector, entre otras razones, que según los sindicatos amenaza a la supervivencia de miles de explotaciones.

«Nosotros no tenemos ninguna posibilidad de continuar con la producción de leche si no cambia la situación, si no se va a la situación de fondo, que es garantizar que los precios cubran los costes de producción», declaró García. Y es que en Hego Euskal Herria los costes de producción rondan los 40 céntimos y el precio pagado a los productores los 26 céntimos. En Ipar Euskal Herria, varía un poco, con costes algo menores, pero la situación es parecida. Los productores de leche están a la espera del informe que hará la Comisión Europea, probablemente en setiembre.

Pero García afirmó que de momento «todo apunta a que van a seguir adoptando las mismas medidas que hasta ahora, y que no han funcionado».

Una de las reivindicaciones de los productores es la equiparación de la oferta y la demanda. García señaló que es necesario que el mercado de la leche, al igual que la de otros productos agrarios, esté regulado. «Tiene que haber un control en la producción y tiene que ajustarse la cuota europea al consumo de leche europeo», apuntó.

Otra demanda es la de poner fin a las ayudas a la exportación. García explicó que «estas ayudas solo están siendo para subvencionar las grandes empresas europeas, que son las que exportan, y hacen mucho daño a los ganaderos de los países del sur, sobre todo de África»,