Guerra de versiones. PSE y PP discrepan abiertamente sobre si existía o no un acuerdo verbal entre ambos partidos para la presentación de una moción de censura en las Juntas Generales de Araba. Sin embargo, hay dos conclusiones claras. La primera es que, de momento, Xabier Agirre y su equipo siguen al frente de la Diputación alavesa. La segunda, que la confianza entre ambos partidos sufre una crisis que, de alguna manera, el PP va a intentar hacer pagar al Gobierno de Patxi López.

El PP celebró el lunes por la tarde una reunión de su Comité Ejecutivo Provincial, con presencia de Antonio Basagoiti, y a su conclusión hizo público un comunicado en el que se podía leer: «Denunciamos que el PSE se niega a extender el cambio a las instituciones alavesas, donde prefiere mantener al nacionalismo en el poder». Añadía, además, que esto se hacía «contraviniendo los compromisos adquiridos por el secretario general del PSE, Patxi López».

Para abundar en estas acusaciones y avisar de sus consecuencias, el presidente del PP de Araba, Alfonso Alonso, acompañado de su portavoz en Juntas Generales, Javier de Andrés, y en el Ayuntamiento de Gasteiz, Javier Maroto, ofrecieron ayer una rueda de prensa en la que insistieron en que el secretario general del PSE se comprometió con Antonio Basagoiti a apoyar la presentación de la moción de censura. Dicho acuerdo lo situaron en el proceso de diálogo y establecimiento de complicidades que lleva a la firma del pacto de investidura.

Por ello, el PP sostiene que Patxi López ha incumplido su palabra, bien porque le han impedido cumplirla o bien porque no tenía ninguna intención de hacerlo. En cualquier caso, Alonso señaló que se ha quebrado la confianza entre ambos partidos y De Andrés apostilló que en adelante deberá intentar ganársela en cada negociación que afronten.

Alonso aseguró que el PSE está «entregado a los nacionalistas» en Araba y que impulsa una estrategia de «hacer la pinza» al PP, por lo que le advirtió de que «no se puede estar en misa y repicando»

Las consecuencias

El PP quiso dejar claro su compromiso con «el cambio» en la CAV y añadió que «sabemos cuál es nuestra responsabilidad». En esos límites debe entenderse su advertencia de que el Gobierno de Patxi López queda en una «situación de debilidad a los pocos meses» de haberse constituido. «La fortaleza de un Gobierno es su capacidad de generar confianza y el PSE la ha quebrado», puntualizó.

PSE: «No había acuerdo»

Antes de que la dirección del PP alavés compareciera ante los medios, lo hizo el secretario general del PSE de Araba, Txarli Prieto, quien negó la existencia de ningún acuerdo entre ambos partidos, ni verbal ni escrito, para la presentación de la moción de censura. Para reforzar sus palabras, Prieto echó mano de una entrevista con Antonio Basagoiti publicada el pasado 22 de junio en la que, como en otras declaraciones, aseguró que no había ningún tipo de pacto de esas características entre ambas formaciones.

En cuanto a la acusación de que «el PSE no quiere que el cambio llegue a Araba», Prieto señaló que dicho «cambio ya ha llegado» a este herrialde a través del Ejecutivo de Lakua, como lo ha hecho a Bizkaia y Gipuzkoa, donde también gobierna el PNV y el PP no cuestiona que se note el cambio.

Por su parte, la portavoz del Ejecutivo autonómico, Idoia Mendia, insistió en la defensa del acuerdo alcanzado con el PP, del que dijo que es «sólido» y que se va a mantener «con todas las consecuencias» y con «vocación de que dure toda la legislatura».