El movimiento pro amnistía de Zuia ha denunciado la «militarización» que sufre este municipio alavés y sus alrededores, donde destacan los hechos protagonizados por el Ejército español y la Guardia Civil en el monte Gorbeia.

Además de criticar la actitud de los militares, el movimiento antirrepresivo también se ha dirigido al PNV -que respondió con una marcha montañera a la colocación de la bandera española en la cima del Gorbeia-, acusando al partido liderado por Iñigo Urkullu de adoptar «una actitud falsa» en torno a esas maniobras. Según precisó en un comunicado, en los más de veinticinco años que han ocupado Ajuria Enea, los jeltzales «siempre han intentado esconder o restar importancia» a las maniobras militares, y es ahora, una vez fuera de la gestión del Gobierno de Lakua, cuando protestan por este tipo de actuaciones «utilizándolas para su provecho».

Después de la colocación de una bandera española en el monte por parte de militares españoles el pasado 18 de junio, este domingo un helicóptero de la Guardia Civil aterrizó en su cima e identificó a numerosos montañeros. El movimiento pro amnistía precisó que agentes del instituto armado también se personaron en el municipio alavés parando a numerosos vecinos, en su mayoría jóvenes, que según denunciaron, fueron interrogados en torno a las actividades del gaztetxe de Murgia.

En la nota enviada a los medios, se comenta que esta actuación de la Guardia Civil es «habitual» en esta cuadrilla alavesa en la que se ubica gran parte del macizo del Gorbeia y relataba, como botón de muestra, los controles policiales que se sitúan a la entrada de Murgia todas las semanas y el acoso sufrido por un concejal electo de la izquierda abertzale por parte de la propia Guardia Civil.

La actitud mantenida por el Ayuntamiento de Zuia en torno a estos hechos tampoco es del agrado del movimiento antirrepresivo, ya que entiende que la institución municipal «no puede tolerar este tipo de ataques contra sus ciudadanos».

Las maniobras militares en la zona son, además, siempre según el movimiento antirrepresivo, «un buen reflejo» del conflicto político que sufre Euskal Herria desde hace décadas. También enmarca en este contexto general el hecho de que en esta cuadrilla alavesa, en la que residen menos de 3.000 personas, se mantenga un cuartel de la Guardia Civil; «esto sólo se entiende desde un punto de vista represivo y autoritario», denunció.