Considera a Wiggins su rival más peligroso en este momento y quiere distanciarlo antes de la crono
Contador: «Sabía que iba a ser difícil fuera y dentro de la carretera»
Las comparaciones con Armstrong centraron la rueda de prensa que dio en su primer día como líder.
Joseba ITURRIA | SION
Alberto Contador fue el protagonista ayer de la segunda jornada de descanso, su primera como líder de la carrera. La rueda de prensa que ofreció en la terraza de la cafetería del hotel de Sion en el que se encontraba hospedado su equipo acaparó la atención de todos los medios de comunicación, que siguieron en su línea de hacerle preguntas que en la mayoría de los casos estaban relacionadas con Lance Armstrong. Resignado ante ellas, el madrileño respondía con la entereza que le ha hecho superar la presión psicológica a la que ha sido sometido dentro y fuera de la carretera.
Ése es el mayor mérito de Contador. Armstrong sabía que físicamente no podía ganarle porque en las subidas es el mejor y en la crono de Mónaco le demostró que también en esa especialidad le supera. Su única manera de derrotarlo era la batalla psicológica, ponerle nervioso, porque el tejano es muy fuerte en el aspecto mental y nunca pierde la calma.
Pero Contador estaba preparado para eso: «Sabía que este Tour iba a ser difícil tanto en la carretera como fuera de ella. Lo tenía claro antes de venir y eso me hace que todo sea más fácil. Esperaba que iba a haber esa tensión y esa presión psicológica. Tras la etapa de Verbier y de la situación en la que queda la carrera, se aclara todo y espero que desde este momento la polémica será menor por parte de los periodistas. Y eso se va a notar en la mesa, a la hora de cenar, en la carrera y en todas las situaciones que rodea un Tour».
«Plena confianza en mi equipo»
Las preguntas de la rueda de prensa tenían miga y así le preguntaron si esperaba que su equipo le apoye en el futuro cuando no lo ha hecho hasta ahora y respondió que «tengo plena confianza en mi equipo. Todos y cada uno de mis compañeros son grandes profesionales y la relación que tenemos en el equipo no es tan tensa como parece desde fuera y puedo terminar el Tour tranquilamente sin ningún problema».
No espera que le falle el equipo y tampoco quiere fallar él. Así le comentaron que Andy Schleck había manifestado en su rueda de prensa que esperaban un mal día como el de París Niza y respondió que «el ciclismo tiene eso, hay días en los que un corredor lo puede pasar mal y tener un día malo. Yo tengo que tratar de hacer todo bien, de no descuidar ningún detalle como pasó aquel día para que el día malo que esperan todos los rivales no se produzca».
Si no llega ese mal momento, Contador apuntó ayer a Wiggins como su principal rival por su nivel en la contrarreloj: «Está en un estado de forma increíble. En Mónaco lo demostró en una crono en la que apenas perdió tiempo. Allí hizo un auténtico etapón. Está fuerte, la diferencia que tengo con él es poca y es un rival muy fuerte. Es el más peligroso por la contrarreloj y hay que intentar distanciarlo un poco más de cara al final del Tour».
Pero la mayoría de las preguntas iban dirigidas sobre Lance Armstrong. Así le preguntaron si el disparo con el que celebra sus victorias era «contra el cow boy de Texas». Contador recordó que «es un gesto que hago desde el 2007, que la gente lo interpreta como un disparo, pero en ese momento sólo pienso en la gente que me apoya y me da ánimos para trabajar. Es una victoria dedicada a todos ellos».
Así le preguntaron qué supone ganar al norteamericano y dijo que «es una cosa en la que no me he puesto a pensar. Si me lo dicen hace años, cuando era un crío y le veía por la televisión, que iba a estar disputando con él una carrera no me lo hubiera creído. No me imaginaba que después de su retirada iba a volver a competir conmigo».
En esa línea de preguntas teledirigidas le compararon su forma de correr en Verbier con la de Armstrong y respondió que «ayer me encontré bastante bien, pero Armstrong es Armstrong y Contador es Contador. Somos dos corredores diferentes. Mi objetivo será intentar ganar el Tour en los próximos años, pero no me planteo lograr un determinado número de victorias aquí, sino disfrutar del ciclismo. Intentaré ganar los máximos Tours que pueda y primero voy a intentar ganar éste. Pero Armstrong y yo somos corredores muy diferentes».
Y así, una tras otra. Asumir todo lo que rodea el fenómeno Armstrong ha sido el mayor problema para Contador. Por ahora parece que lo ha superado, pero queda la semana más difícil y hasta París no se puede dar por segura la victoria.
«Todos y cada uno de mis compañeros son grandes profesionales y la relación que tenemos en el equipo no es tan tensa como parece desde fuera y puedo terminar el Tour sin ningún problema».
«Después de la etapa de Verbier se aclara todo y espero que desde este momento la polémica será menor por parte de los periodistas y eso se va a notar en la cena, en la carrera y en todas las situaciones».
Contador recibió la visita de su familia en la etapa de Verbier, lo que el líder consideró como un estímulo para ganar y se convirtió en un recurso para la prensa, que aprovechó la presencia de su hermano en la rueda de prensa para abordarle y preguntarle por detalles humanos. «Si no fuera ciclista, se habría dedicado a algo relacionado con los animales», decía Fran Contador.
ITURRIA