Juan José Díaz Otero Bilbo
Pagasarri peatonal
Qué alegría me dió el otro día el jefe de Montes, señor Carrero, cuando leí un artículo donde decía que en tres años ya podríamos andar por el Pagasarri sin mancharnos de barro, porque se van a acondicionar los caminos con grava y hormigón. ¡Fenomenal!, por fin podremos ir al Paga con traje y zapatos de tacón.
Ya que ha tenido esa maravillosa idea, no olvide poner también semáforos, pasos de cebra, farolas y, por su puesto, implante la OTA. Permítame aconsejarle que si también quiere plantar árboles, plántelos, pero también de hormigón, porque fíjese que con estos últimos vientos se caen las ramas y podrían hacer daño a los montañeros que suben. ¡Ah!, el hormigón, que sea pulido, porque si no es muy molesto pisarlo.
Señor Carrero, deje que el Pagasarri siga siendo un monte. Le garantizo que a los montañeros no les importa mancharse de barro. No sé si se ha dado cuenta de que la gente va al monte, entre otras cosas, a pisar tierra, hierba, barro, etc... y no asfalto y hormigón.
Esas ideas y el dinero que se va a emplear, gástelas en la ciudad y en los barrios, que seguro que lo agradecerán, y deje a la naturaleza en paz.