El Diario Vasco del 4 de julio publicaba en exclusiva un informe a doble página y todo color, con un gran titular: «Un informe indica que el quinto contenedor es mas eficaz que el puerta a puerta de Usurbil» y subtitular: «El Consorcio de Residuos señala que en Azpeitia y Zarautz es donde más restos de comida se recogen, empleando los iglús marrones».

El informe se basa en datos facilitados por la planta de Lapatx que recibe biorresiduos de familias concienciadas de cinco pueblos gipuzkoanos y Amara -quinto contenedor- y lo compara con lo que recibe de familias concienciadas y no de Usurbil -puerta a puerta-.

La buena gestión de residuos domésticos -como todo- se mide por lo que resuelve y no por lo que se hace. En Usurbil han resuelto reducir hasta el 15% la fracción resto (no reciclable) con destino a vertederos, siendo la media en Gipuzkoa 78% hoy y 50% lo previsto en 2.016, centralizándose en la incineradora de Zubieta a partir del 2.013.

Posteriores artículos de opinión destacan: uno, las mentiras del puerta a puerta de Usurbil; otro las bonanzas por su eficiencia, limpieza en aceras, ausencia de malos olores, nueva estética urbana por ausencia de contenedores, etc; otro, reclamando que para su pueblo lo quisiera, otro puntualizando los datos. Todos en el DV, a modo de artículos «satélites» en torno al informe. hasta que aparece el que choca de lleno.

El 15 de julio, el portavoz de EB-IU en Juntas Generales, Mikel Eizagirre, replicaba a modo de conclusión: «Los resultados del puerta a puerta en Usurbil son incuestionables». Razona su verdad con infinidad de datos objetivos y oficiales, tomados del mismo registro de entrada en la planta de Lapatx que han servido al Consorcio de Residuos para elaborar su informe... hasta hoy nadie responde a ese artículo publicado sólo en NG.

«¿Cómo es posible sacar esa conclusión, a no ser que la intención sea claramente manipular la información y engañar a la ciudadanía?», se preguntaba Eizagirre. ¿Como es posible que el DV oculte a sus lectores una información tan esclarecedora, a no ser que contribuya en esa manipulación y engaño a la ciudadanía...o sea el pago por las exclusivas.

Impulsar y encauzar hacia las «Buenas Prácticas de Participación Ciudadana» a quien conoce estas prácticas es difícil. El 3 de julio en el Palacio Kursaal, la Diputada de Presidencia Edurne Egaña presentaba el programa «Ciudadanía activa y nueva cultura política»; recibo una nueva invitación para el 3 y 4 de septiembre en el Palacio Miramar. La confianza se genera haciendo práctica la teoría de participación ciudadana en temas generales como la gestión de residuos y no la mejora de la carretera Zumarraga-Azkoiti.