Ares muestra «desprecio y rechazo» a actos legales de familiares de presos
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, ha aprovechado un par de respuestas parlamentarias para dejar constancia pública y oficial de que actos como el celebrado el pasado 13 de junio por familiares de presos políticos vascos en defensa de sus derechos «merecen todo mi desprecio y rechazo». Sin embargo, reconoce que la concentración cumplía con todos los requisitos legales para desarrollarse, por lo que no pudo actuar ni contra la misma ni contra sus convocantes.
Iñaki IRIONDO |
«Desprecio y rechazo» es la consideración que al consejero de Interior, Rodolfo Ares, le merecen las movilizaciones en favor de los derechos de los presos vascos, aunque éstas sean legales. Y del tono en el que están redactados los escritos, parece desprenderse que le causa pesar no poder prohibirlas o actuar contra sus promotores.
Desde su efímero paso por la Delegación del Gobierno de José María Aznar en Gasteiz, el parlamentario del PP Carlos Urquijo mantiene la costumbre de remitir al Departamento de Interior preguntas sobre todo tipo de movilizaciones por los presos o convocadas por la izquierda abertzale de las que tiene conocimiento a través de los medios de comunicación. Siguiendo un esquema prefijado, pregunta si el acto había sido comunicado, si había sido prohibido y, de no ser así, si se ha abierto algún expediente sancionador por cómo había discurrido.
El anterior consejero, Javier Balza, tenía también un esquema prefijado de respuesta, habitualmente austero y ceñido a los pasos legales dados por el Departamento.
Párrafo de inicio
Por lo visto en sus dos primeras respuestas a este tipo de preguntas, también Rodolfo Ares tiene previsto mantener una pauta de contestación fija, que pasa por iniciar su escrito con la frase «en respuesta a su pregunta, debo manifestar que este Departamento tiene la intención de impedir cualquier acto que vulnere la legalidad vigente», a lo que añade que «el acto por el que pregunta su señoría, merece todo mi desprecio y rechazo».
Así ha hecho con una pregunta referida a un acto convocado por Etxerat, que agrupó a cientos de familiares de presos en el Peine del Viento, y en otra referida a una manifestación en Hernani. Pese al desprecio y rechazo del consejero, éste escribe que «sin embargo» cumplían todos los requisitos legales «por lo que no se ha iniciado ningún expediente ni acción legal contra los convocantes».
Entre tanto, la Ertzaintza sigue retirando fotografías de presos. Las últimas actuaciones conocidas se han producido en Sopela e Ibarra.
El Departamento de Interior dice saber que no puede actuar contra todas las txosnas y espacios festivos que a lo largo de todo el verano muestren fotografías de presos políticos vascos, pero su objetivo es «lograr que esas instalaciones no puedan abrir el año que viene», según publicaba ayer el periódico «El Correo». Según se apuntaba en la noticia y se atribuía a declaraciones de responsables de Interior, de lo que se trata es de «sembrar». En el caso de las txosnas se pretende evidenciar «la relación de algunas de ellas con la banda terrorista y su entorno». Un mensaje dirigido a los ayuntamientos, que son los que conceden las licencias administrativas para su colocación.
GARA
Dos vecinas de Algorta fueron detenidas el domingo por la mañana en Santutxu por negarse a quitarse las pegatinas con fotos de presos de sus camisetas. Según difundió la web ukberri.org y admitió después Interior -que no había informado previamente de los hechos-, agentes de la Ertzaintza conminaron a ambas jóvenes a quitarse las pegatinas bajo la acusación de estar cometiendo un posible delito de «enaltecimiento del terrorismo». Ante su negativa, les exigieron la identificación, que no llevaban encima. Fueron detenidas y trasladadas a la comisaría de Deustua, donde quedaron en libertad por la tarde después de ser tratadas de malos modos e intentar que renunciaran a sus derechos.
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