Iñigo Nalda, que junto a Mikel era el único manista profesional alavés, se ha visto obligado a abandonar la pelota por culpa de una lesión en la mano derecha, que le obligó a pasar por el quirófano el pasado 15 de enero. Han transcurrido seis meses desde que se operó y el estado del zaguero alavés no ha mejorado, lo que le ha llevado a colgar su gerriko.

«No puedo darle a la pelota ni tres veces seguidas en condiciones. Sientes una impotencia total. Desde que me operé, creo que con el tiempo la mano va a peor», confesó resignado Nalda III en declaraciones recogidas por la web de Aspe.

«No me ha costado tomar la decisión, la mala situación de mi mano no me ha dejado otra opción. Yo no soy médico, pero lo que tengo yo no es un mal de manos normal. Cuando la derecha está inflamada noto un líquido en el interior de la mano. Además ahora mismo la tengo morada», declaró el alavés a aspepelota.com.

Nalda comenzó su clavario el 5 de setiembre del año pasado en Lekeitio. Continuó jugando partidos, pero terminaba con la mano muy lastimada. En noviembre se vio obligado a parar, pero no conseguía salir de la lesión. «Entonces decidí operarme y pasé por el quirófano el 15 de enero de este año. Me dijeron que era una fibrosis en el centro de la mano. Me extrajeron una bola de tres centímetros y medio», relató.

Iñigo Nalda jugó su primer partido con Aspe el 7 de noviembre de 2004, procedente de Asegarce, empresa en la que cubrió la primera parte de su carrera profesional. Debutó en la máxima categoría el 29 de marzo de 1998.

Habrá feria en La Blanca

Afortunadamente, no todo fueron malas noticias para los aficionados arabarras a este deporte, ya que pese a las dudas que han existido durante varios meses por las obras de remodelación que se están viniendo realizado en los frontones de Mendizorrotza, el Ogeta está en condiciones para que en verano se pueda disputar el habitual torneo de la Virgen Blanca, coincidiendo con fiestas.