Me encanta el cuajo de los tocados por el don. Comparece ante un juez Luis Bárcenas para declarar como «imputado provisional» y sale después de tres horas asegurando con total convicción: «he demostrado mi inocencia». Caso juzgado. Es inocente. ¿Por qué? Porque lo dice él. ¿Es necesaria alguna prueba más en contrario? Como se sabe en la justicia aplicada a estos señores de los favores se va al juez simplemente a dictarle los considerandos. La inocencia o la culpabilidad no se pone en sospecha: se tiene o no, por cuna, apellido o pertenencia a clase social o partido político.

En otro tipo de advertencia a los mortales, resulta que el buscador de amores ardientes de Silvio, Il Cavaliere, asegura a una de las más famosas visitantes de la cama de Putin regalada al presidente de la República de Italia que debe saber que el político, empresario e icono televisivo, no usa preservativo. «¿Y qué seguridad tengo?» pregunta la reconocida como prostituta de lujo. Y la contestación del secretario es magnífica: «es Berlusconi». ¿Claro! Él no puede contagiar ni contagiarse. Para Él, que le crece el pelo a su edad y que tiene tan alta vida sexual, no hay virus que se le cruce. Horror.

Pero mi advertencia mayor es sobre el futuro de TVE sin publicidad. Decía hace poco Imanol Arias que desea se mantenga la publicidad porque «no quiero ser un funcionario del Estado». ¡Ojo! Meditemos la frase, que tiene mucha miga. La reposaremos y la valoraremos con calma. Pero viendo en la primera estatal como dedicaban cerca de diez minutos a asuntos de tal importancia social como es que la peluquera Raquel Mosquera pase unos días en la piscina de un hotel junto a su hija, me han entrado los demonios, me ha soliviantado. Porque el tono general del programa era similar, y si eso lo paga una marca de cosméticos, me parece mal, pero es su problema, pero si eso sale de nuestros impuestos solamente, por favor, que se lo piensen, que la cosa puede acabar muy mal. Atención directivos de cadenas públicas, los contribuyentes no somos idiotas y los consumidores de tele, aunque sospechosos, tenemos tantos derechos, por lo menos, como los tesoreros de partido. ¿Fútbol europeo en ETB? ¿Quién lo va a pagar?