El profesor Henry Louis Gates, catedrático de Estudios Africanos de la Universidad de Harvard, fue arrestado cuando intentaba abrir la puerta de su casa, en Cambridge (Massachusetts). Como no podía abrirla, forzó la cerradura. Entonces, un vecino avisó a la Policía pensando que se trataba de un robo. Cuando los agentes llegaron al lugar, Gates les mostró su documento de identidad que demostraba que estaba en su propio domicilio. Aún así fue detenido por «alteración del orden público». Al día siguiente fue puesto en libertad sin cargos.

Aunque el alcalde E. Denise Simmons le llamó por teléfono para lamentarse por «el desafortunado» incidente, el jefe de la Policía, James Crowley, se negó a disculparse. «No hay muchas cosas seguras en la vida, pero si hay algo seguro es que el sargento Crowley no se disculpa», dijo en tono soberbio.

En una comparecencia realizada en horario de máxima audiencia, el presidente, Barack Obama, criticó duramente esta detención. «La Policía actuó de forma estúpida al detener a alguien cuando ya tenían pruebas de que estaba en su propia casa», afirmó. Subrayó que «cualquiera se hubiera enfadado si hubiera estado en su lugar».

Reconoció que «la raza sigue siendo un factor en esta sociedad». Recordó que «aparte de este incidente, y sin que tenga nada que ver», los hispanos y latinos son detenidos en una proporción mucho mayor que el resto de la población. «Eso es un hecho, una señal de cómo la raza sigue siendo un factor en esta sociedad», reiteró.

Sin embargo, afirmó que no se deben echar por tierra «los increíbles progresos que se han logrado. El hecho de que yo esté aquí dando una rueda de prensa es el mejor testimonio de los avances que se han hecho».