El fuego que cerca Marsella tuvo su origen en entrenamientos militares
GARA |
El primer ministro francés, François Fillon, ha tenido que salir a la palestra y prometer castigos tras confirmarse que el incendio que ha arrasado 1.300 hectáreas a las puertas de la ciudad de Marsella fue originado por unos entrenamientos militares.
Fillon lo atribuyó concretamente al uso en estas pruebas de balas trazadoras, utilizadas en el campo militar de Carpiagne, donde se originó el fuego, que amenaza a un millar de viviendas y ha obligado a evacuar de momento a 200 personas.
El Ejército ha anunciado la suspensión de un mando de la Legión Extranjera responsable de los entrenamientos pero cuya identidad se ha negado a revelar.
«Las balas trazadoras están prohibidas en el sur no sólo en esta época sino en todo el año», recordó el primer ministro, quien se apresuró a matizar que «no se trata de condenar al Ejército».
Por su parte, el alcalde de Marsella, Jean-Claude Gaudin (UMP) denunció la «increíble estupidez» de semejantes ejercicios «con una temperatura de 32 grados y con viento». El prefecto de la región, Michel Sappin, coincidió al apreciar la «imbecilidad de semejante gesto».
El campamento militar de Carpiagne se extiende sobre 1.500 hectáreas de monte bajo. Alberga normalmente a 1.500 soldados, sin contar los contingentes que llegan a los entrenamientos.
En agosto del año pasado, la explosión de un obús en el campamento de Canjuers (sureste) provocó otro incendio.