El acuerdo de San José presentado el miércoles por el presidente de Costa Rica y mediador en la crisis, Oscar Arias, ha fracasado tras la negativa recibida por ambas partes. Esta última propuesta incluía como primer punto la formación de un gobierno de unidad nacional y reconciliación integrado por miembros de los diferentes partidos políticos de Honduras. Exigía también la restitución legítima de Manuel Zelaya en la presidencia de la República hasta que finalice el periodo para el que fue electo. Este último punto ya fue rechazado la semana pasada por el Gobierno golpista de Roberto Micheletti. Preveía además una amnistía generalizada para quienes hayan cometido delitos políticos.

El presidente de Costa Rica propuso el 24 de julio como plazo para que se produjera el regreso de Zelaya a Honduras y el 27 para conformar una comisión de la verdad. Arias afirmó que se trataba de un acuerdo «equilibrado» y auguró que si el Gobierno golpista sigue en el poder, Honduras podría convertirse en la «Albania de Centroamérica» al quedar el país «aislado» y sin apoyo internacional.

Según declaró Rixxi Moncada, representante del Gobierno constitucional de Honduras, ellos ya habían aceptado la propuesta original de Arias, presentada el sábado. Consideró que el acuerdo de San José ha fracasado por «la intransigencia del régimen golpista, que desde el sábado expresó su desacuerdo».

Moncada solicitó a Arias que convoque de urgencia a los presidentes del Sistema de Integración Centroamericano, al Consejo de la Organización de Estados Americanos y al Consejo de Seguridad de la ONU para que «adopten medidas» contra el gobierno de Micheletti.

Por su parte, el representante de la delegación de Micheletti, Mauricio Villeda reiteró que lo que sucedió en su país no fue un golpe de Estado, sino «la reacción del pueblo ante la interferencia de gobiernos extranjeros» que no mencionó.

Aunque el gobierno golpista insiste en que no va a aceptar la vuelta de Zelaya, el presidente depuesto está decidido a volver. Ayer anunció que entre el sábado y el domingo estará en la frontera con Honduras, desde donde quiere entrar acompañado de su esposa. Sindicatos y movimientos sociales se trasladaron a la frontera con Nicaragua para recibirlo y anunciaron un paro de 48 horas.