Un PSE displicente acaba con la eficacia de la ronda del PNV
La propuesta de pacto de estabilidad presupuestaria e institucional del PNV tiene ya escaso recorrido, porque el PSE ha decidido frenar cualquier expectativa que pueda reducir el protagonismo del Gobierno de López. José Antonio Pastor salió de la reunión de ayer en Sabin Etxea apuntando que si el PNV tiene voluntad de acuerdo lo podrá demostrar en la negociación parlamentaria del presupuesto y recordó que Lakua no tiene ningún problema de estabilidad.
I. IRIONDO |
Si la pasada semana el secretario general del PSE de Araba, Txarli Prieto, aseguraba que su partido daría a la oferta del PNV «la oportunidad de que tenga su recorrido» y añadía que lo importante no era el protagonismo sino el adoptar las medidas necesarias, ahora todo parece haber cambiado en el seno del PSE y del Gobierno de López. Y quizá no sea ajeno a todo ello la controversia propiciada por los jeltzales y sus diputados generales sobre la «cumbre» organizada por Lakua el pasado lunes.
Y es que está claro que el PSE no quiere darle protagonismo a un PNV que considera que «no ha sabido asumir que es oposición y no gobierno». Así lo dijo el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, a la salida de la reunión que mantuvieron en Sabin Etxea con una delegación jeltzale.
Dado que el destinatario principal -en realidad el único efectivo- de la oferta del PNV es el PSE, su respuesta deja ya sin eficacia la ronda iniciada ayer por el EBB.
Según el PSE, el PNV tiene que «demostrar con hechos» que verdaderamente está dispuesto a apostar por la estabilidad y todo esto no es sólo propaganda. Pero los hechos que le pide tienen poco que ver con los puntos concretos recogidos en la propuesta del PNV y que, según Pastor, «no aportan novedad alguna a lo que ya está haciendo el Gobierno en este momento».
El PSE quiere la prueba de ver que el PNV y las diputaciones forales empiezan por reconocer el liderazgo del Ejecutivo de López. Es lo que Pastor llama «lealtad institucional». Y, junto a esto, «tendría que hacer una declaración expresa de respeto y acatamiento a la legalidad vigente y de reconocer que este Gobierno es absolutamente legítimo, que no se ha producido ninguna vulneración de derechos, que el Parlamento representa a la voluntad popular y que, por lo tanto, no se le puede cuestionar constantemente como ha venido haciendo el PNV».
En cualquier caso, el PSE no quiere dar la imagen de que cierra del todo la puerta y dice que sigue con la mano tendida para que cuando el Gobierno lleve los presupuestos al Parlamento, después de haberlos negociado con el PP, el PNV pueda sumarse a su aprobación. Eso sí, Pastor recordó que el Ejecutivo de López no tiene ningún problema de estabilidad, puesto que el pacto con el PP le da la mayoría necesaria. Según el PSE, son las diputaciones las que tienen dificultades.
El PNV dice tener voluntad real
En respuesta a la posición del PSE, la portavoz de la delegación jeltzale, Belén Greaves, aseguró que el compromiso del PNV para alcanzar la estabilidad institucional «es real» e instó al PSE a llegar a un acuerdo en relación a su propuesta antes de septiembre, a la vez que aseguró que su partido no ha cuestionado «el liderazgo» del Gobierno vasco y pidió a la formación de Pastor que «no cuestionen la responsabilidad que tiene el PNV, que ostenta el mayor número de escaños en el Parlamento vasco».
Junto a esto, Greaves mostró la disposición del PNV a formar una mesa para debatir diversas cuestiones económicas, muchas de las cuales ya están en el orden del día de las tareas que deben desempeñar las comisiones creadas en la cita que el lunes reunió a Lakua, Eudel y las diputaciones.
Tras el encuentro del mediodía con el PSE, por la tarde pasaron por Sabin Etxea sendas delegaciones de Alkarbide y Ezker Batua. Para el lunes han sido citados Aralar y el PP.
Sin embargo, salvo un cambio espectacular del escenario político, da la impresión de que la respuesta que ayer ofreció el PSE acaba con cualquier atisbo de eficacia que podría tener esta ronda de encuentros.
Txaro Goikolea ha sido elegida por unanimidad presidenta del Ipar Buru Batzar del PNV y coge el relevo de la dimisionaria Argitxu Noblia. Goikolea expresó que su prioridad es «afianzar el trabajo de equipo para dar continuidad a la dinámica que permitió ganar confianza en las elecciones europeas».