Razones ecológicas para tapar deudas y malos resultados deportivos
El fabricante de automóviles alemán BMW abandonará a final de la presente temporada la Fórmula Uno, ante la evidencia de que no ha alcanzado los objetivos a los que aspiraba en la clase reina del automovilismo y alegando dudosos motivos ecológicos en su decisión.
FRANCE PRESS
Cuando parecía que el Mundial comenzaba a superar el adiós de la escudería japonesa Honda, la Fórmula Uno ha recibido un nuevo golpe con el anuncio de retirada de BMW al final de esta temporada. Una renuncia que llega en un momento muy delicado para el «circo» de la F1, afectado seriamente por la crisis económica y discutido tras el altercado entre la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y los constructores.
BMW «no renovará su compromiso con la F1 al final de la temporada 2009», dio a conocer el grupo alemán en un comunicado. Una decisión que se debe a «la nueva dirección estratégica de la empresa», justificó Norbert Reithofer, el dueño de BMW. La noticia, por súbita y sorprendente, cayó como un auténtico rayo en el mundo del automóvil. Si los rumores sobre el adiós de Renault o Toyota, jamás confirmados, han rondado una y otra vez por el paddock desde principios del año, la continuidad de BMW no había estado nunca en entredicho.
Es más, el futuro de la Fórmula Uno, que durante semanas pendió de un hilo, parecía completamente asegurado y estructurado cuando la FIA anunciaba el viernes «el final de las negociaciones entre la FOTA -Formula One Teams Association, la entidad que agrupa a la mayoría de equipos de la F1- y las trece escuadras» que correrán el Mundial en 2010. El acuerdo, considerado vinculante entre las partes hasta 2012, incluía evidentemente también al equipo BMW Sauber.
Preguntado al respecto, la FIA «siente mucho» el anuncio del constructor alemán, que, no obstante, no le parece sorprendente. «Está claro que el deporte mecánico no puede ignorar la crisis económica mundial. No podemos seguir contando con fabricantes que invierten importantes cantidades de dinero en la Fórmula Uno cuando su supervivencia depende de despidos, de cierres de fábricas y de ayudas públicas», afirmó.
Nueva orientación
La salida de Honda por razones económicas el diciembre pasado ya había servido de lección para las instancias del deporte del automóvil, que habían decidido reducir masivamente los costes de la F1 por vía reglamentaria. La FIA, que quería reducir en un diez por cien los presupuestos de los equipos para la próxima temporada, se había topado con la oposición de las escuderías, así como con la de los constructores que las sustentan. El compromiso que ambas partes acabaron firmando parece bastante menos ambicioso.
«Si los directores de los equipos no se hubieran opuesto tan fuertemente a estas regulaciones, la retirada de BMW y de otros anuncios similares en el futuro habrían podido ser evitados», comentó la FIA.
En casa de BMW, cuyo beneficio neto cayó un 89,5% en 2008 con relación a 2007 y cuyas ventas se han visto reducidas en un 19,5% durante el primer semestre de 2009, el argumento económico no parece ser el único. La nueva orientación de BMW será de «poner por delante una política de gestión duradera y favorable para el medio ambiente», explicó Norbert Reithofer. «Nuestra equipo de Fórmula Uno deja así de ser un componente clave» estratégicamente.
De todos modos, parece que el desastroso año que lleva BMW Sauber, después de tres temporadas muy prometedoras, se acerca más al porqué de la retirada. No hay que olvidar que, en estos momentos, Nick Heidfeld ocupa la decimotercera posición en el Mundial de pilotos -Kubica no pasa de la decimoquinta plaza-, mientras que en la tabla de constructores BMW aparece en la penúltima posición con ocho pírricos puntos en su haber. Gastar entre 200 y 300 millones de euros al año para una estructura perdedora hace mucho daño. Y los rectores del constructor alemán han decidido que ya es hora de empezar a poner fin a los gastos que supone estar en la categoría reina del automovilismo. Realmente, los valores ecológicos parecen más bien una excusa.
El siete veces campeón de Fórmula Uno, el alemán Michael Schumacher, ha confirmado que regresará a los circuitos el próximo 23 de agosto en Valencia, en sustitución del accidentado Felipe Massa. En un comunicado hecho público ayer a través de su página web, afirma que «está listo» para ayudar a la escudería Ferrari.
El piloto alemán, de 40 años, ya declaró el martes que no descartaba la posibilidad de sustituir al brasileño Massa en las próximas competiciones de la temporada si Ferrari se lo pide. Schumacher regresa así a la Fórmula Uno tres años después de abandonar los circuitos en octubre de 2006, tras siete campeonatos del mundo y 91 Grandes Premios. El piloto explica en su web que, tras conversar con los responsables de la escudería, decidió «prepararse» para sustituir a Massa en el Gran Premio de Europa. «Pese a que la Fórmula Uno hace tiempo que estaba cerrado para mí, no puedo ignorar esta situación», señaló.