El mundial de rallys vuelve tras un mes de vacaciones con la prueba más espectacular de cuantas componen el calendario, Finlandia, y lo hace con el francés Sebastien Loeb (Citroen) en segunda posición y con el deber de alzarse de nuevo en el liderato, aunque será en territorio no amigo. Y es que Finlandia es una prueba hecha por y para los pilotos locales. De las 58 ocasiones en la que se ha disputado, sólo en siete han vencido uno foráneo, siendo el propio Loeb el último en conseguirlo el año pasado.

No conseguir aquí la victoria es casi una deshonra para el país. Y esto se acentúa si el propio líder del mundial es el local Mikko Hirvonen (Ford). Pero el piloto escandinavo no se achica, sabe que es el hombre a batir y que aquí parte con ventaja puesto que la prueba se desarrolla en Jyvaskyla, en las cercanías de su casa.

A falta de sólo cuatro pruebas para el final del mundial, Loeb no es el líder, lo que ya de por sí es noticia, y además la dinámica que lleva en los últimos rallys no es la más deseable. En las tres últimas citas sólo ha sumado siete puntos, cuando no suele bajar del podio, y podrían haber sido menos de no haber aparecido las argucias de sus compañeros del Citroen Junior Team. Loeb es segundo, eso sí, a sólo un punto de Hirvonen.